Anika entre libros

Hijas de la loba blanca

Ficha realizada por: Violeta Lila
Hijas de la loba blanca

Título: Hijas de la loba blanca
Título Original: (Hijas de la loba blanca, 2024)
Autor: Dara Lobeira
Editorial: Ediciones en el mar


Copyright:

© Texto: Dara Lobeira
© Corrección: Antonio Marcelo
© Diseño cubiertas: Celia López Bacete
© Ilustración cubiertas: Francisca Pageo

Edición: 1ª Edición: Septiembre 2024
ISBN: 9788410204058
Tapa: Blanda
Etiquetas: familia naturaleza fábula narrativa literatura española novela realismo mágico sueños infancia lobos metáforas miedos libertad fe y creencias bosques relaciones familiares fantasía onírica transformaciones identidad deseo
Nº de páginas: 234

Argumento:

Aúlla una loba en la espesura del bosque. Un animal fantasma, un misterio que se aparece únicamente ante los ojos de aquellos cuyo corazón es un temblor salvaje. Vera, hija del pastor, formal, bien educada, escucha su aullido en la lejanía. Vera, que desea con todo su cuerpo en crecimiento, escucha el aullido de la loba y aúlla ella también en una noche de hogueras, y con ese aullido el mundo cambia, aunque nadie más se dé cuenta.

Vera es una niña pero es también una flor, una fiebre, un animal que empieza a descubrirse. Y lo hace bajo el yugo de un padre que somete, bajo el peso de un Dios que no es el suyo, atravesada por el anhelo de comprender a las mujeres que la rodean. Una madre que no es madre y una hermana sombra que se le escapa entre los dedos. Pero Vera, impaciente como un caballo joven, tiene de su lado la sabiduría del bosque. La huella de la loba ante sus ojos atentos. El corazón tan blanco y tan salvaje como sólo puede tenerlo una niña que es flor y animal y fiebre, que es todos los volcanes de este mundo y que por fin puede decir: ya no te tengo miedo.

 

Opinión:

 

"Hijas de la loba blanca", de Dara Lobeira, es una inquietante y lírica exploración del deseo, la identidad y el espíritu indómito de la niñez. Esta novela, mitad fábula y mitad sueño febril, entrelaza el mundo natural con lo profundamente personal, creando una historia que parece atemporal y a la vez sorprendentemente íntima.

En el centro de la historia destacará Vera, la hija del pastor, que se encuentra a caballo entre la frágil frontera entre la inocencia y la conciencia de sí misma. Su viaje comienza con un aullido, una respuesta visceral al grito del lobo en el bosque, un llamado a la libertad que resuena a lo largo de la narración. Bajo la mirada opresiva de su padre, un pastor atado por un dogma rígido, Vera comienza a desentrañar el mundo que la rodea y su lugar en él. A medida que avanza en su despertar, acompañada por sus hermanas Agatha y Jenn, y más tarde por la enigmática Olia, su historia se convierte en una vívida declaración de desafío y descubrimiento.

La prosa de Lobeira es hipnótica, está llena de metáforas y rebosa de imágenes de la naturaleza: flores, bosques y lobos. Las descripciones son tan evocadoras que parecen tangibles, y llevan al lector a un paisaje onírico que es a la vez encantador e inquietante. Su experiencia como fotógrafa es evidente; cada escena está representada con precisión y una calidad casi cinematográfica. El bosque, espeso y vivo, se convierte en un personaje tan importante como la propia Vera; sus sombras y sus susurros dan forma a la atmósfera de la historia.

Aunque el ritmo de la novela puede ser deliberado, su fuerza reside en su quietud. La acción es secundaria a la sensación, y la narración se desarrolla más en momentos de tranquila introspección que en giros dramáticos de la trama. Para los lectores que no estén familiarizados con la obra de Lobeira, esto puede resultar sorprendente, pero es precisamente este enfoque en  la forma en que se cuenta la historia (a través de un lenguaje exuberante y envolvente) lo que la distingue.

La combinación de realismo mágico y alusiones mitológicas de la novela le da una cualidad sobrenatural, mientras que sus temas siguen siendo profundamente humanos. Lobeira examina la tensión entre lo natural y lo construido: la atracción salvaje de los bosques frente a los muros restrictivos de la fe y la familia, el corazón indómito frente a las expectativas sociales. La conexión de Vera con el lobo, una criatura de instinto y libertad, simboliza el deseo primario de liberarse de las cadenas del miedo y la represión.

Los seguidores de las obras anteriores de Lobeira se deleitarán con los sutiles cameos y guiños que se entretejen en la narrativa, profundizando la sensación de una mitología compartida y en expansión. Sin embargo, los recién llegados también encontrarán mucho para saborear. Si bien la historia a veces genera expectativas que no se cumplen del todo, ofrece una resonancia emocional que perdura mucho después de la última página.

Leer esta novela es como caminar por un bosque encantado: su belleza es innegable, pero sus verdades sólo pueden revelarse si te detienes. Este es un libro para quienes aman la metáfora y la poesía, que pueden apreciar una narración tanto por su viaje como por su destino.

Una fascinante oda a lo salvaje que todos llevamos dentro, rica en matices y profundamente conmovedora.

 

Violeta Lila

 

 

 

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