Heridas abiertas

Opinión:

Gillian Flynn escribió "Heridas abiertas" en el 2006. En España lo publicó Círculo de Lectores pero no fue hasta el 2014 que llegó a un público más amplio gracias a la colección Roja & Negra del sello editorial Literatura Random House, quienes previamente habían publicado un libro de Flynn posterior a este, "Perdida". Así pues quienes hemos leído los títulos en esta colección, si los hemos leído en el orden en que los publicaron, hemos leído primero el segundo y después el primero. ¿Importa? No. Tan solo puedes caer en la tentación de creer que este es mejor que el otro si es lo que te dicen, pero para mí los dos son muy buenos; excepcionales si hablamos de la maestría de Flynn con los personajes borderline.

Y es que eso es lo bueno que tienen las novelas de Gillian Flynn, y ésta en particular: personajes al límite, enfermos andantes que viven o sobreviven según sus necesidades, creando un ambiente enfermizo y opresivo, dañándose unos a otros. Si puede gustarte la novela -y mucho- no te cuento cómo se ha lucido con sus personajes. Diría que en ese caso es una estrella.

En mi caso ha habido un problema, sabía desde el principio prácticamente todo sin que me hubieran contado nada (me refiero a lo que va descubriendo Camille), pero eso se debe a que reconocí inmediatamente la enfermedad a la que hacían alusiones con pinceladas. A mí me bastó una pincelada y una frase (referida a la salud familiar) para conocer el resto de la novela. Tan sólo podían sorprenderme con un toque final, aunque en eso también había pensado. Es lo que ocurre cuando lees mucho y prevees finales, que es difícil que te asombren.

Sin embargo, aun sabiendo que para mí estaba siendo previsible, me ha tenido enganchada hasta el punto de dormirme con el libro y desayunar con él, y no soltarlo hasta terminarlo. Prácticamente igual que me pasó con "Perdida". La genialidad de Gillian Flynn con sus personajes es enorme. Ellos son la novela. No lo que ocurre, -que para postre son argumentos escalofriantes y atrayentes- si no los propios personajes que pululan por la novela. Son los imanes de la novela.

Camille es una periodista prácticamente adoptada por su jefe y la esposa de este. Mientras está con ellos en Chicago se siente segura. Cuando vuelve a su casa para cubrir el caso de los asesinatos de las niñas, vuelven también su inseguridad, sus miedos, los traumas que la llevaron a ser excesiva, a hacerse daño y autolesionarse… Camille se convierte de pronto en una mujer enfermiza, recién salida de un hospital psiquiátrico, y esto nos pone alerta. Y si esto lo sabemos prácticamente desde el principio, y vemos cómo es su familia y cómo es la ciudad donde se crió, cómo son sus habitantes, algo nos dice que la historia no puede acabar bien. Imposible que acabe bien. Pero es cómo, durante y hasta cuándo lo que nos va a mantener pegados a su historia, porque "Heridas abiertas" es eso, una herida abierta que hay que cerrar, y necesitamos estar ahí hasta que llegue ese momento.

Y no sólo Camille es un personaje con una fuerza literaria brutal, es que además Flynn la une a otros personajes igualmente potentes y borderline. Es curiosa la contraposición de estos caracteres con la línea prevista para los habitantes de su ciudad, uno de esos sitios de la América profunda donde se hace lo que se espera: desde la desobediencia y la crueldad adolescente (chicas guapas de instituto, bordes, líderes…) contra las demás, al futuro de cada una de ellas (las guays deben acabar en casas guays y las poca-cosa no tendrán futuro si no salen de allí). Es como un cliché de la América  profunda llevada a rajatabla en Wind Gap. Los que se quedan se convencen de que eso es lo normal, los que se van, como Camille, saben que el resto del mundo no es así. El problema es cuando vuelve para acabar hundiéndose en sus propios traumas, justamente los que le han llevado a ser así.

Para quienes crean que han captado las pistas que va dejando Flynn para la resolución de la trama, sólo decirles que no crean que porque creen que lo saben todo, lo saben todo. Los autores suelen dejarse un as en la manga, sobre todo si nos han estado dando pistas todo el tiempo, y aun así, si cuando llegas al final ves que era lo que esperabas, no te habrás arrepentido de leerlo. Incluso si conocieras el final, habría valido la pena leer "Heridas abiertas".

Gillian Flynn es una magnífica autora, brillante con sus personajes borderline, y pienso seguirle la pista y leer todo lo que le publiquen.

Anika Lillo