Hasta la gente menos flexible puede hacer estiramientos

Opinión:

La edición de "Hasta la gente menos flexible puede hacer estiramientos" es muy cuidada, con papel grueso, secciones diferenciadas con colores agradables y muy limpia en la presentación de las fotos. Mi sensación es que está concebida a modo de web de venta de cualquier método, con los testimonios al inicio, el plan resumido, el plan más desarrollado y una historia corta en la que los protagonistas cambian su vida gracias a los splits (y que te vuelve a mostrar el plan otra vez).

A mi parecer, sobran unas cuantas páginas, o estas deberían estar concebidas de otra forma, porque se repite la misma explicación con la misma maquetación y las mismas fotos varias veces. De este modo, si no comprendes bien una cosa, como me pasó a mí en un par de posturas, no llegas a entenderla en ningún momento, ya que no se te da información nueva, como una foto desde otro ángulo o la frase explicada de otra manera. Supongo que se debe a que Eiko está acostumbrada a explicar visualmente, en forma de vídeo, las cosas, y con una única foto es más complicado. De hecho, no pude estar segura de haberlo entendido bien hasta que no rebusqué en internet y vi un vídeo de ella haciéndolo.

En cuanto a la historia corta, es una forma original de explicar las dificultades que pueden afrontar los que sigan el programa y los beneficios que supuestamente aporta (mejora de la circulación, prevención de lesiones, ayuda en la pérdida de peso, mejora de la digestión... e incluso mejora de la autoestima y cambios psicológicos que te pueden ayudar a alcanzar tus metas), aunque no tiene valor literario más allá de eso.

Pero bueno, ante un libro que tiene una promesa tan descarada en la portada, y que promete muchas otras cosas a lo largo de sus páginas, creí necesario probarlo en mis carnes. Por supuesto, no puede extrapolarse a otras personas, pero al menos, si funcionaba conmigo, que era como una tabla y no tenía la más mínima flexibilidad en las piernas, se podría decir que algo de fundamento tiene el método.

De buenas a primeras, no requiere mucho. Los ejercicios son bastante simples y no llevan más de cinco minutos diarios, aunque suponen un cierto esfuerzo y te hacen entrar en calor, dejándote al acabar una sensación de destensión en las piernas. A nivel técnico no requieren más que cosas que puedes encontrar por casa: una toalla de mano, una silla con respaldo y, a poder ser, una puerta que abra hacia fuera (si no hay una en tu casa, te propone un ejercicio alternativo). También recomienda una esterilla de yoga o algo para que no lo hagas directamente en el suelo.

Por increíble que parezca, mi poca fe inicial se topó con una sorprendente realidad: los estiramientos funcionan y puedes ver resultados medibles casi desde el primer día. Cuando empecé no podía abrir las piernas más de 90º, a finales de la segunda semana ya me quedaban unos 40º para llegar a abrirlas por completo. También, aunque puede ser correlación más que casualidad porque coincidió con otros factores como el cambio de tiempo, me daban menos calambres en las piernas que antes que empezar con los ejercicios. Y dejé de caminar tan encorvada.

No obstante, en algún momento de la semana tres me debí de hacer daño a pesar de seguir estrictamente las instrucciones, porque me molestaba al hacer la postura del sumo. En el libro te recomienda que, aunque te hicieras daño, siguieras, pero más flojito, aunque lo busqué en internet, por eso de la segunda opinión, y decía que lo más probable era que me hubiera hecho daño por los botes (clave del libro, pero en todos los sitios de estiramientos que visité lo prohíben) y que mejor reposo. Lo del reposo no lo veía, así que opté por seguir el consejo de Eiko y tomármelo con más calma, a pesar de lo cual me hice daño mientras medía qué tal mis progresos para hacer un split. No puedo evitarlo, soy torpe.

El caso es que esa semana los progresos fueron mucho menores, algunos días incluso sentía que retrocedía. No ayudaba nada que no acabara de explicarse, ni yo acabara de entender, la mecánica del bote en semejante pose sobre una silla. Pero no podía usar la postura alternativa porque esa la necesitaba para la semana cuatro, ya que no tengo puertas con las características necesarias para hacer el ejercicio. En definitiva, los avances de esa semana fueron menos espectaculares, al igual que los de la siguiente semana, la última. Aun así, al acabar esta, en comparación con la flexibilidad con la que empecé y la de la segunda semana, los resultados parecían casi milagrosos. Así pues, hagamos un resumen:

¿Seguí todos los días el programa? Sí, al pie de la letra. No requiere dedicarle un tiempo excesivo y se aprecian resultados desde el primer momento.

¿Llegué a hacer un split en un mes? No, pero me quedé relativamente cerca. Y creo sinceramente que podré llegar a hacerlo si sigo con la rutina de ejercicios todos los días.

¿Seguiré con la rutina de ejercicios? Definitivamente, sí. Aparte de la flexibilidad ganada, y no sé si por los ejercicios o por otros factores, me dan menos calambres y siento mejor mis piernas.

¿Recomiendo seguir el programa? Sí, aunque siempre teniendo cuidado y, si tienes algún problema de salud, consultando antes a un médico.

Déborah F. Muñoz