Habitada

Opinión:

En "Habitada", Cristina Sánchez- Andrade regresa al realismo mágico gallego que tanto define sus obras. De nuevo, una mujer será la protagonista principal y otras tendrán su importancia dentro de la historia.

La autora es una notable proeza de alquimia literaria, que combina el realismo rural, el folclore gallego y un humor mordaz en un rico tapiz que ilumina lo profundo y lo absurdo de la Galicia de principios del siglo XX. Inspirada en la historia real de "La Espiritada de Moeche", nos ofrece una narrativa que es tanto un retrato inquietante de la posesión como una crítica mordaz de la opresión patriarcal y religiosa.

La estructura de la novela realza su encanto enigmático. La primera parte, narrada por la protagonista principal Manuela, es un mosaico íntimo de sus recuerdos, visiones y realidad fragmentada. Su voz inocente, lírica y, a veces, desgarradoramente distante ancla al lector en su mundo de tradiciones opresivas y experiencias surrealistas. Dicen las ancianas del lugar que las luciérnagas son viejas feas que cocinan en torno a la luz. Manuela, desde su reclusión, nos ira narrando todo lo que le ocurrió antes de no estar atada a una cama. Sabremos de su triste vida trabajando en el Pazo para los amos. Allí debe de hacerle compañía a la señora Inmaculada, que padece una crisis nerviosa tras una tragedia familiar.

Nuestra protagonista nos encoge el corazón ante los abusos que sufrirá por parte del amo, y las consecuencias de éstos. La narración se va nutriendo de un elenco de personajes siniestros y amables muy vívidos: desde el abad dominante hasta la enigmática cocinera Jerónima, pasando por la meiga (una mezcla de curandera y bruja) cuya presencia difumina la línea entre el folclore y la realidad o la tragedia de Juvina. Estas figuras, junto con las visiones espectrales que Manuela tiene enriquecen las capas de significado y misterio de la novela. Me encantó la parte en que Manuela visita a la meiga y ve su reloj parado. Le pregunta el motivo, y la curandera le responde: porque cuando se ponga en marcha, moriré.

La prosa es una revelación que se mueve sin esfuerzo entre lo grotesco y lo sublime, lo cómico y lo trágico. Sus descripciones del campo gallego evocan una sensación visceral de lugar, una tierra imbuida del peso de la historia, la emigración y el estancamiento social. A través de su lente incisiva, la novela critica las normas patriarcales de la época, las estructuras sociales arcaicas y el control represivo de la religión, todo ello mientras sumerge al lector en un torbellino de imágenes sensuales y surrealistas.

Si bien "Habitada" se deleita en lo fantástico, en última instancia se basa en una exploración conmovedora de la transformación: de una mujer en un recipiente, de un pueblo en un frenesí y de una leyenda en una narrativa apasionante. El humor, a menudo oscuro y atrevido, sirve tanto de contrapeso como de amplificador, realzando los absurdos del comportamiento humano bajo el peso de la superstición y el miedo.

Entre sus días en el pazo, su trabajo en la huerta, ir al mercado, las visitas que le hace a la madre del Abad o su encuentro con Santiago, el que puede ser el nuevo cura y un cuchillo manchado de sangre, llegaremos a la segunda parte del libro. Aquí Cristina yuxtapone magistralmente la voz de Manuela con la del clérigo de Ortigueira que falleció en La Habana y ahora ocupa el cuerpo de Manuela, tejerá un diálogo entre lo espiritual y lo corpóreo, lo visible y lo invisible.

Ella padece corpo aberto, una misteriosa enfermedad que se manifiesta como una posesión por el espíritu de un clérigo cubano. A través de la transformación de Manuela (su voz se vuelve más grave hasta convertirse en la de un hombre, su habla adopta un acento cubano y ejerce un inexplicable dominio de la teología y la filosofía), la autora gallega explora temas de identidad en una comunidad sumida en la superstición y la represión, la condición de Manuela la transforma tanto en un espectáculo como en un conducto para el fervor colectivo.

Sin ninguna duda por mi parte, Cristina Sánchez-Andrade consolida su lugar entre las grandes cronistas de Galicia, añadiendo a Manuela a su galería de inolvidables personajes femeninos. Con esta obra, consigue un equilibrio poco común: una novela a la vez lírica e incisiva, íntima y expansiva, arraigada en la tradición, pero a la vez atrevida y original.

Para los lectores que buscan una historia que desafíe la categorización fácil, "Habitada" es un testimonio luminoso y cautivador del poder de la narración para capturar tanto lo inefable como lo humano.

*Publicada por Anagrama.

Violeta Lila