Guía para vivir sanos 120 años

Opinión:

El título de "Guía para vivir sanos 120 años" puede dar lugar a falsas expectativas. Cuando compras una guía, esperas una serie de pautas y trucos para conseguir un objetivo, un plan de acción. Este libro funciona más como una recopilación temática de artículos relacionados con el tema de la longevidad intercalando experiencias personales del autor con sus pacientes o entrevistados.

El libro comienza hablando del envejecimiento en general y sus mecanismos, pasando luego a capítulos temáticos sin un orden concreto que van desde la microbiota hasta el aceite de oliva. En algunos de los últimos habla también de terapias y tratamientos en estudio que podrían llegar a alargar la longevidad y finaliza con un capítulo sobre la humanización del trato médico-paciente.

El libro tiene algunos problemas en su aspecto divulgativo: encontramos numerosas repeticiones de información no relevante, tanto dentro del capítulo como entre capítulos, y en muchos casos se cae en un lenguaje médico excesivamente complejo, con información que no resulta útil al lector al ser enumeraciones de patologías, hormonas...

Por otro lado, el autor está excesivamente presente para un libro de no-ficción de este tipo. No para de comentar sus impresiones sobre tal o cual paciente, y a veces cuela párrafos sobre algún famoso que ha conocido que no vienen al tema pero que intenta hilar de forma un tanto forzada. Además, aunque intenta dar una visión holística, todo lo que no está entre lo que conoce de primera mano se limita a mencionarlo de pasada.

La información que da, sin embargo, puede resultar útil para reforzar lo que ya sabemos. No da ninguna pauta que no sea de sentido común (la conclusión de todo el libro es que debes incorporar hábitos saludables para aumentar tu longevidad), salvo el capítulo en el que pone énfasis en cómo el rezo alarga la vida, pero te da las evidencias a favor de seguir dichos hábitos. Lo que no te da es un plan para cambiarlos.

En definitiva, un libro completo sobre longevidad, aunque muy personalizado en el autor y con un lenguaje no siempre accesible.

Déborah F. Muñoz