Gótico botánico: Cuentos de un verdor perverso

Opinión:

El mundo de la naturaleza ha sido siempre fuente de mitos y leyendas aterradores. Ya sea como fuerza destructora de la Tierra, como refugio o cubil de monstruos, o incluso como una realidad paralela en la que todo es posible, a través de la historia de la literatura hemos disfrutado de muchos cuentos que toman a la vegetación como un universo tenebroso, donde el mal campa a sus anchas.

En esta nueva antología de Impedimenta vamos a disfrutar de una gran selección de piezas cortas de diferentes épocas y autores, de las que me atrevo a decir que la gran mayoría no tiene desperdicio. "Gótico botánico" nos ofrece peligrosas plantas carnívoras, hongos que pueden desencadenar viajes a otros mundos, bosques vivientes que no pertenecen precisamente a la naturaleza... Todos los temas que los lectores de literatura gótica y de terror amamos, están aquí presentes.

Arrancando con un prólogo muy completo de Patricia Esteban, que nos habla del simbolismo del verde, de las plantas, de la sensación de otredad que logran generar, de aquello que nos resulta alienígena, de los vestigios del paganismo a través de los cuales perviven los dioses y los demonios. También logra atemorizarnos de un futuro en que la propia naturaleza podría revelarse para acabar con nuestra especie. Un poco, por supuesto, de lo que vamos a leer en los dieciocho cuentos que vienen a continuación y de los cuales os comentaré algunos.

Tendremos un clásico inolvidable como es "El Experimento del doctor Heidegger", de uno de los verdaderos pioneros de la literatura fantástica en Estados Unidos, Nathaniel Hawthorne. Un cuento de científico loco, con una droga poderosa que puede devolver la preciada juventud a quien la consume, y que tiene devastadores efectos colaterales. Mucho suspense y terror clásico, como puntapié inicial del libro.

Charlotte Perkins Gilman nos ofrece un cuento en clave feminista, en "La glicinia gigante". Un árbol gigante en una casa en la que ha ocurrido algo espantoso, un árbol que esconde un secreto terrible y que extiende su nefasta influencia a los ocupantes de la casa. Uno de los cuentos que mejor encajan en el género gótico, de todo el libro.

"La rosaleda" de M. R. James es otra pieza fundamental. Una anciana empeñada en hacer cierto cambio en su jardín, que tiene una historia fantasmagórica, y la mujer, que no cree en aparecidos, decide remover algo que no debía ser molestado... Me ha gustado mucho el final tan típico de James.

David H. Keller fue un famoso escritor pulp de su época, y con "La guerra de la hiedra" queda muy claro por qué: un cuento con invasión alienígena de por medio, que se valen de nuestros recursos naturales para sojuzgarnos. Tiene escenas que son oro en polvo para los aficionados al pulp, y es de los más divertidos del libro, una maravilla.

John Collier, autor de ciencia ficción y fantasía en la línea de Bradbury, nos propone "Pensamientos verdes". Collier sabe componer escenas, generar atmósferas y jugar con un humor negro atroz que ya muchos quisieran. El cuento de una planta carnívora, una orquídea con extraños secretos... Una joya, imprescindible.

Otra pieza pulp es la colaboración entre H. P. Lovecraft y Duane W. Rimel, "El árbol de la colina", menciona a algunos monstruos de los mitos de Cthulhu pero no logra sobresalir demasiado entre el resto de cuentos. Es una buena historia, pero se siente un poco lastrada hacia el final.

La que sí es la verdadera joya pulp del libro, y me quedo corta, como con todo lo de Clark Ashton Smith, es "El jardín de Adompha". Aquí debo disculparme; es que no puedo ser imparcial con este gran Maestro de todos los tiempos. Tiene todos los elementos de los grandes cuentos de fantasía, con un toque sicalíptico, trágico y perverso, que es una verdadera delicia a saborear. Sólo hay que dejarse llevar y disfrutarlo.

Eudora Welty aporta un enfoque diametralmente diferente, en "Una cortina de follaje". Una mujer que ha perdido prematuramente a su marido intenta hacer el duelo ocupando sus horas en mantener su magnífico jardín, en el que hallará ecos de su marido, y quizás incluso su presencia. Un cuento triste que, sin embargo, me parece que aporta mucho a la antología.

Maria Moravsky escribe un cuento moderno de moraleja y venganza, un jardín viviente que se defiende frente a los expoliadores. Muy buen relato.

Roald Dahl es otro clásico indiscutible, "La máquina del sonido". Otro cuento de científico loco, en el que éste fabrica un sistema de escucha para detectar los sonidos y ruidos que el oído humano no puede. Otro "cuento cruel" con final desolador.

Y es que meterse con la naturaleza puede traer nefastas consecuencias. En "El jardinero", de Margaret St. Clair, leemos sobre la desidia y la negligencia de un sujeto despreciable que maltrata a la Madre Naturaleza... La venganza de Madre será terrible...

August Derleth construye una historia que tiene que ver con rituales, paganismo y brujería en "Un lugar en el bosque". También en clave pulp, pero bastante por debajo de los esfuerzos de Smith y Keller. Aun así, me gustó el planteamiento final y el villano de la historia.

Zenna Henderson nos deja con el último cuento del libro, y otro de los verdaderamente buenos. "Y una niña pequeña" nos lleva a un mundo de imaginación infantil, donde todo es posible, y a la hipótesis de qué pasaría si, un día, lo imaginado por una niña no fuera del todo imaginario... Ideas con las que coqueteaba también Ray Bradbury, ya mencionado aquí. El cuento de Henderson tiene un planteamiento similar y me ha parecido redondo, un diez. Pura fantasía y horror.

La Madre Tierra, nuestra única Madre. Nunca llegaremos a penetrar verdaderamente en su interior y conocer todos sus secretos, pero aquí en estas historias, querido lector, hay quizás, tal vez, un vistazo al que puedes asomarte, y regocijarte y asombrarte, y temblar de terror ante el poder y los secretos de la fuerza motora que domina esta tierra que pisamos.

Otra joya del terror que exijo que no os perdáis.

Violeta Lila.