Furor Domini. La ira de Dios

Opinión:

"Furor Domini. La ira de Dios" es la primera novela escrita por José Miguel Gaona, que antes de este libro se ha destacado con ensayos sobre las experiencias cercanas a la muerte con título como "Al otro lado del túnel" (2012) y "El límite" (2015), que leí con mucho interés y reseñé con satisfacción.

El cambio de estructura y temática es radical respecto a aquellos, aunque mantiene aspectos comunes, como son las reacciones personales en una situación de muy probable muerte, que incitan a buscar una cierta trascendencia en algunos casos o a vivir el hoy con intensidad, dada la total incertidumbre de un mañana que pueda no llegar.

Así, la novela va recorriendo las vicisitudes cotidianas de varios grupos de protagonistas, repartidos por diferentes lugares del planeta, sobre quienes pende cercana la muy probable posibilidad de enfermar y morir, sea tras unas pocas horas o después de unos meses, con una manifiesta inexorabilidad, puesto que no hay cura ni escapatoria.

Cabe decir que el tipo de letra es distinto para cada grupo, de manera que cada vez que se llega al principio de un capítulo ya se puede distinguir de cuál se trata.

Aparte de las cuitas de sus protagonistas, hay unas cuantas pinceladas de cómo estaría el mundo en esa época, próxima en el tiempo, aunque lejana en nuestra percepción, puesto que ya andamos bastante liados últimamente.

Así hay referencias a nuevos países, resultado de la fragmentación de algunos actuales, de organizaciones supranacionales que son poco más que una oficina o una sucursal de alguna gran empresa, de nuevos equilibrios entre sistemas políticos o entre religiones, y, sobre todo, de nuevos valores sociales, dada esa gran mortandad que afecta a un grupo específico de población, algo que también incide en la formación de las parejas, dado que la búsqueda de una relación larga y estable implica que ese otro miembro de la pareja no esté dentro del grupo de riesgo.

Vale que no soy explícito, pero no es mi idea destripar el núcleo de la novela, sólo doy algún que otro detalle.

Respecto a cómo he percibido la novela, en sí la lectura es atractiva, en el estilo de sus libros anteriores, con un estilo fluido que incita a continuar en busca de qué pasará después. Ahora bien, es una narrativa de lo cotidiano, de cómo transcurren sus vidas, sabiendo que de pronto todo se puede ir al traste; así habrá momentos emocionantes y también bastante introspección, sin más desenlace que la confluencia circunstancial de algunos protagonistas supervivientes en un "aquí y ahora estamos vivos".

Selin