franklin evans, el borracho

Opinión:

Todos conocemos a Walt Whitman por su faceta de poeta. Es más, se le considera como el padre de la poesía moderna. Pero no mucha gente sabe de su lado novelesco, que él mismo trató de esconder al despreciar esta magistral obra.

El trabajo está escrito en forma de crítica a la sociedad existente, en la que los valores estaban decayendo en detrimento de vicios tan degradantes como el alcoholismo. Además, no podemos olvidar que a esta situación también hay que añadirle la importante crisis económica que asolaba el país en la primera mitad del XIX.

Walt Whitman  utiliza toda su magia literaria para crear una historia de carácter moralizante que advierte a los ciudadanos de los peligros existentes en las calles y les intenta prevenir sobre ello. Para ello, utiliza un personaje como Franklin Evans, un inocente chico de pueblo que intenta probar fortuna en la gran ciudad.

En el intento de demonizar el alcoholismo y los malos hábitos, Whitman idea un buen número de situaciones de las que el chico siempre saldrá mal parado. Su carácter blando y bondadoso le llevará a frecuentar lugares y compañías poco recomendables y a dejar de lado a personas que intentarán hacer de él una persona de provecho.

Toda la obra se desarrolla con un lenguaje sencillo, ágil y directo. Tan directo que, en muchas ocasiones, el autor deja a un lado a los personajes que usa como intermediarios y conversa directamente con el lector.

La trama resulta entretenida de principio a fin ya que el autor se esfuerza por llenar la obra de actos de carácter ejemplarizante, que resultarán del todo entretenidos para el lector. Además, con ello nos ofrecerá una valiosa información de cómo era la vida en aquella época, aspecto que resultará del todo enriquecedor para la obra.

Como toda gran narración de adoctrinamiento, la historia tendrá su moraleja en forma de salida del protagonista del infierno del alcohol y de descenso a lo más profundo de la oscuridad de todas aquellas malas compañías. Para ejemplificárnoslo, Whitman nos relata la vida de las personas que rodean a Franklin Evans durante toda su historia, dejando un mensaje simple y claro: las buenas personas triunfan y las malas pierden.

En definitiva, si habéis disfrutado de Walt Whitman como poeta, también lo haréis con esta obra. Por ello recomiendo encarecidamente su lectura, que se disfruta en una tarde y que nos ayuda a admirar y no dejar olvidados a estos grandísimos escritores. Porque, en definitiva, de aquellas semillas vienen estas flores…   
 
Pablo Díaz González