Falcó (Serie Falcó 1)

Opinión:

Queridos lectores de Pérez-Reverte que anhelabais una nueva entrega de nuestro admirado Diego Alatriste, os traigo una noticia: no, Diego no ha vuelto (de momento) a las andadas, pero Arturo nos ofrece en su nueva novela el nacimiento de un nuevo protagonista icónico que tiene todas las papeletas para convertirse en eje de una nueva saga literaria (a declaraciones del propio Pérez-Reverte me remito).

¿Quién es ese Falcó del título? Básicamente, haciendo gala de ese gusto que tiene Pérez-Reverte por subvertir normas, por llevar la contraria y ofrecer siempre un nuevo giro de tuerca, Lorenzo Falcó es un caradura; un tipo sin escrúpulos, un hombre para el que grandilocuentes términos como patria, amor o futuro no tienen ningún sentido porque dibujan un mundo idealizado e idealista que él sabe por experiencia que no existe. Por eso, ante todo, Lorenzo Falcó es práctico. Está donde debe estar en el momento apropiado para sacar mayor beneficio para sí mismo o, en cuestiones bélicas, para intentar no salir esquilmado con un agujero de bala de recuerdo.

Descrito así, parece imposible llegar a encariñarse con semejante protagonista y, mucho menos, celebrar que su autor pretenda escribirle más aventuras pero, si algo me ha fascinado de esta novela es precisamente la construcción del personaje; como Pérez-Reverte consigue que, pese a ser un tipo que nadie querría como enemigo (y como amigo… a ratos), el lector conecte con él y, si bien no llegue a empatizar en muchas de sus decisiones, sí al menos sienta cierta simpatía porque, en el fondo, aunque él no lo admita, Falcó sí tiene determinados límites y sí es capaz de mostrarse honorable cuando la ocasión lo requiere. Eso, y sus aires de conquistador con los que el autor lo ha dotado, completan el atractivo cuadro que supone este nuevo protagonista.

Por otro lado, también los secundarios están muy bien perfilados (quién va a negar el saber hacer de Pérez-Reverte a estas alturas). Empezando por su jefe, pasando por los hermanos Montero y, sobre todo, por la misteriosa Eva Rengel y acabando por Fabián Estévez, el soldado falangista que conecta con Lorenzo por su honradez y compostura, nos encontramos ante un plantel que resulta muy creíble y enriquece el complejo universo donde se mueve Falcó.

Porque ésta es otra de las cosas que más destacan de esta novela: su trama es muy interesante, engancha desde el principio y se hace corta en su resolución. No me extraña que Arturo Pérez-Reverte señale lo bien que lo pasó escribiendo esta novela, ni que esté deseando volver a este universo, porque la ambientación es muy sugerente. ¿Quién sabe si encontraremos a Falcó próximamente relacionado de algún modo con el auge nazista? ¿Qué hará durante la Segunda Guerra Mundial y la posguerra?

Sinceramente, estoy deseando saberlo.

Por último, no puedo dejar de mencionar (aunque sea una obviedad para quienes seguimos la creación de Pérez-Reverte) el cuidado hasta el extremo de cada una de las palabras que aparecen en esta novela. Si se nota que ha disfrutado creando a Lorenzo Falcó, también es indiscutible que Reverte adora nuestra lengua y adora emplearla de manera precisa y tremendamente cargada de connotaciones. Un diez para él a nivel estilístico.

En resumen, una novela que gustará a los seguidores de Alatriste, pero también a quienes quieran leer algo sobre la Guerra Civil desde una perspectiva distinta.

Ana Vanesa Cremades