Extraña noche en Linares

Opinión:

Quizá junto con la poesía sea el relato el género literario más difícil de escribir puesto que implica concentrar en un número limitado de palabras toda una serie de sensaciones y sentimientos. También, y al igual que le ocurre a la poesía, el relato es uno de los géneros que menos se leen porque requiere ser leído con otros ojos a como se lee una novela.

Sin embargo, hay libros de relatos que son todo un placer leer. Es lo que me ha ocurrido con "Extraña noche en Linares" del escritor madrileño Miguel Ángel de Rus. Bajo este título se engloba una selección de 30 relatos que han sido publicados por la editorial M.A.R dentro de su colección Narrativa.

Como es común a las antologías o selección de relatos, no hay un nexo común en ellos y cada uno tiene su propia personalidad. Los hay más buenos, más impactantes y, también, algunos que dejan frío al lector o no le aportan lo que los otros. Esto sucede en "Extraña noche en Linares" aunque, en el fondo, hay un cierto punto en común a todos y es el que los personajes van buscando su propia identidad.

Uno de los relatos que más me han llamado la atención ha sido el titulado "La otra muerte de Tamara de Lempicka", en apenas 6 páginas, destila una gran dosis de intensidad, dramatismo y sensaciones. Es uno de los mejores relatos que tiene el libro. Me ha gustado que, pese a esas características que he indicado, hay una cierta elegancia y una alta sensibilidad. Leyéndolo se aprecia un homenaje del autor hacía la famosa pintora, una de las más importantes del siglo XX.

El estilo del autor es excelente. Tiene un amplio dominio del lenguaje y de la técnica narrativa. Muchos de sus relatos carecen de diálogos pero no los necesitan para que el lector se meta dentro de la historia y pueda conocer a los personajes, empatizar con ellos. Su lenguaje, al mismo tiempo, es directo, fresco e impactante.

Hasta este libro de relatos no había leído nada de su autor. Miguel Ángel de Rus me ha parecido un buen escritor y un gran narrador de relatos.

Ysabel M.