Experimento en autobiografía
Título: Experimento en autobiografía
Título Original: (Experiment in Autography, 1934)
Autor: H. G. Wells
Editorial:
Berenice
Colección: Contemporáneos
Copyright:
© Herbert George Wells, 1934
© Berenice, 2009
Traducción: Antonio Rivero TaravilloEdición: 1ª Edición, 2009
ISBN: 9788496756137
Tapa: Dura
Etiquetas: autobiografía autobiográfica biografía biografía literaria
Nº de páginas: 767
Argumento:
Herbert
George Wells, (Bromley, 1866-Londres, 1946), escritor,
ensayista y pensador británico, muy conocido por sus novelas del
género de ciencia-ficción: La guerra de los mundos, La
máquina del tiempo, El hombre invisible, y otras
muchas, nos abre aquí la puerta de su corazón y de su cerebro, ya
que nos cuenta no sólo sus recuerdos y experiencias, desde su
infancia hasta sus últimos años, sino sus ideas y pensamientos, su
concepción del mundo y cómo llegó a ella, trastabillando a través
de una serie de experiencias que en algunos casos no fueron
precisamente agradables, pero que le fueron marcando. El texto
incluye cartas, alguna fotografía, y sobre todo, muchos dibujos
humorísticos de su mano.
Era el tercer hijo en una familia de origen muy humilde, arrastró
durante su infancia y juventud la sensación de injusticia de su
condición, cuando otros no tenían esos problemas y vivían más
felices. Sus padres eran sirvientes y cuando intentaron
establecerse por su cuenta, con una tienda de cacharros de
porcelana y cerámica, fracasaron y malvivieron durante mucho
tiempo, incluso llegado un momento en que su padre sufrió una caída
se fracturó la pierna, quedándose cojo, lo que replanteó la
subsistencia familiar y la madre volvió a emplearse como ama de
llaves en otra población y el padre se quedó con la cacharrería.
Los hijos fueron distribuidos en diversos trabajos, con variable
suerte. Fueron malos días, que Wells recuerda con tristeza.
Con todo ello, sus primeros estudios fueron muy breves, teniéndose
que poner a trabajar pronto, en múltiples y variados trabajos para
los que no servía y en los que no estaba en absoluto interesado, lo
que concluía siempre en despidos más o menos rápidos. Además su
carácter era algo irascible y belicoso, con lo que los conflictos
eran continuos. Su infancia y adolescencia es una colección de
desdichas casi dickensianas, produciéndole un resentimiento sordo
contra las clases superiores que no tenían que pasar esos
sufrimientos y que podían gozar de una educación privilegiada y de
calidad.
Interesado desde niño por los libros, sobre todo científicos, a
raíz de una pierna rota que le obligó a estar un largo tiempo en
reposo para recuperarse, leyendo muchos libros que le prestaban y
disfrutando de Dickens y Washington Irving. Pero sentía que lo que
más le interesaba escapaba a sus posibilidades.
Afortunadamente, llegó el momento en el que pudo ser admitido en
una escuela, Midhurst, donde finalmente destacó y ganó una beca
para un curso de biología con el profesor T. E. Huxley (abuelo de
Aldous), en la Escuela Normal de Ciencias. Este importante
fisiólogo era seguidor de Darwin, y de hecho Wells oyó decir que
muchas veces el propio Darwin se acercaba a escuchar las clases de
Huxley en el aula donde él impartía sus clases. Wells también era
un entusiasta darwiniano, desde que consiguió leer, en una
temporada en la casa donde su madre estaba trabajando como ama de
llaves, la obra del filósofo evolucionista Herbert Spencer; también
leyó a Platón, a Voltaire y algún ensayo político de Paine (Los
derechos del hombre) uno de los padres del socialismo inglés,
obra que le impresionó e influenció sobremanera.
A lo largo del libro, intercala algunos sobre sus ideas religiosas
o más bien su carencia, ya que aunque educado en el anglicanismo,
progresivamente fue derivando hacia una postura crítica laica y
atea. También habla de origen de sus ideas socializantes, aunque su
socialismo es del tipo primitivo, no marxista y no cristiano.
Perteneció a la Sociedad Fabiana, aunque tampoco duró mucho en
ella. No era persona que durase mucho en algo, dado su alto sentido
de la independencia. Tuvo varios matrimonios y parejas, trató a
muchos escritores de su época, y al fundar las distintas revistas y
editar a otros autores, se relacionó mucho con todo el mundo
literario.
Opinión:
De los nueve capítulos que componen el libro, tras un prólogo o
declaración de principios, la mitad se ocupa de su etapa educativa
y de aprendizaje. Wells da una importancia enorme a la
educación, de hecho, piensa que gran parte de los problemas de la
sociedad se solucionarán mejorando ostensiblemente la educación.
Cito un texto del prólogo que me parece representativo de su manera
de pensar:
"Somos como los primeros anfibios, por así decir, que luchan
por salir de las aguas que han cubierto hasta ahora a nuestra
especie, y saltar al aire, buscando respirar de un modo nuevo y
emanciparnos de necesidades largo tiempo aceptadas como
incuestionables. En última instancia, esto se convierte para
nosotros en aire o nada. Pero la nueva tierra no ha emergido aún
del todo de las aguas y nadamos angustiosamente en un elemento que
deseamos abandonar."
"Nunca realizamos la obra que creemos que hay en nosotros,
nunca nos damos cuenta del secreto esplendor de nuestras ilusiones,
aunque sin embargo algunos hagamos a veces cosas que parecen casi
dignas del esfuerzo."
En una primera visión general, esta autobiografía creo que define
la personalidad de Wells. Siguiendo la propia diferenciación de
Wells, entre persona y personaje, en esta obra Wells se
centra en la persona; y se alarga y se alarga en detalles que
quizás no fueran estrictamente necesarios para conocerle. Al
provenir de un medio social más bien bajo, partió de una serie de
carencias que hubo de suplir luego. Y nunca se suplen algunas
cosas, hay que succionarlas con el biberón. Y esto a Wells le
amargó mucho durante su juventud, en la cual se reconoce un
resentido y un rebelde. Más adelante, una vez consigue situarse,
por su esfuerzo personal, en un medio social superior, y se codea
con gente que ha tenido una educación exquisita, siempre le queda
un cierto resquemor, porque él no ha vivido esas
experiencias.
El otro punto o rasgo que le marca es su interés por la ciencia,
por lo científico. Él accede a la literatura desde el campo de la
ciencia y es un autor que, incluso en obras imaginativas, se
mantienen dentro del campo de lo científico, lo experimental, etc.
aunque sea ciencia-ficción.
Y un tercer marcaje lo supone la política. Wells es un
reformador social, o al menos, quiere serlo. El problema es que sus
teorías siempre saltan en pedazos al chocar con la realidad. Por
eso sólo le quedó la utopía.
Nunca dejó de creer que la naturaleza humana se pueda moldear y
mejorar, con la enseñanza, primordialmente. Y claro, hizo todo tipo
de intentos al respecto. A pesar de dos guerras mundiales, lo que
hubiera decepcionado a cualquier otro, a él no le bajó del burro:
siguió pensando lo mismo. Cierto que volvió decepcionado de hablar
con Lenin y con Stalin, y del fiasco de la Sociedad de Naciones,
pero, visto que no conseguía lo que quería, lo intentó en la
ficción. De ahí su creación de mundos nuevos y mejores, en la
creencia de que la ciencia, la educación, la inteligencia
finalmente han de vencer a los estúpidos políticos. Pero eso es
otra historia...
Ariodante, julio 2009
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