Ex libris

Opinión:

Anika Lillo

Cuando has leído varias veces a Sandra Andrés Belenguer sus personajes no te sorprenden. Es cierto que cambia la trama y la ambientación (o no, "Ex Libris" ocurre en París igual que su primera novela, "El violín negro"). Su afán por narrar historias de amor hace que sea necesario cambiar el resto porque de lo contrario leerías lo mismo. Creo que se nota que a mí no me gustan las novelas románticas y que cuando las leo necesito que dentro haya algo más, algo que me atraiga, algo "raro". Y curiosamente Sandra sí ha metido algo "raro": aquí aparece una joven que abandona su vida para meterse en una novela, aparecen personajes de fantasía con toques de terror, secuestros y una pequeña logia hermética (también aparecía este tema en "El violín negro") que tiene que ver con las desapariciones de las jóvenes y la "literatura". Sin embargo, precisamente porque Sandra es una chica enamorada del amor, pesan mucho más los sentimientos de la pareja que la historia extraña en sí. Como novela de fantasía o terror es light, su estilo narrativo es exacto a sus anteriores novelas, no sorprende en ese sentido, y la parte más interesante parece quedar en un segundo plano. Lara y sus sentimientos tienen demasiado protagonismo, tanto que la novela gira en torno a ella y por no ser muy distinta de sus personajes anteriores tienes la impresión de volver a leer sobre la misma chica. Y una llega  a la conclusión de que está leyendo sobre Sandra, que sus personajes son Sandra. La chica rarita a la que le gusta leer es un cliché basado en autoras que eran o se consideraban así en la escuela (Sandra Andrés, Laura Gallego…), pero hoy día a las niñas que les encanta leer no son chicas raritas. Se tiene otro concepto. Por ello parece que Sandra no salga de su propia historia. De hecho Sandra suele escribir sobre hijas únicas muy unidas a sus padres. De nuevo habla de ella misma, y eso no es necesariamente malo, pero se repite.

Nada de lo dicho es negativo para quienes les gusten las novelas románticas, al revés, las jovencitas adolescentes la disfrutarán, pero para quienes quieren algo más como yo se queda corta y muy light. Y tengo mucha curiosidad por saber si a los chicos les gusta este tipo de historias.

Un avance ha conseguido en ésta y es justo nombrarlo: Lara no es la niña que necesita un príncipe para que la salve, su personaje femenino ha madurado un poco aquí. Y se agradece. Pero la forma de narrar la historia y la necesidad de enfatizar tantísimo en los sentimientos de la joven pareja hacen que sea sobre todo y ante todo una novela romántica. Para jóvenes, he de insistir.

También ha querido sorprender y puede que a los jóvenes les sorprenda pero yo, más quejica o más exigente, he visto carencias y la impresión de que en algunos momentos en los que querían sorprender, no me convencía del todo. El personaje de Marguerite, la hermana de Julien -el chico de la novela-, es uno de los que no me han convencido. Pero me doy cuenta de que Sandra escribe para jóvenes, no para adultos, y por eso entiendo que narre sus historias con esas limitaciones.

La historia, no obstante, es original y la editorial también lo ha sido: Empiezas leyendo la novela en páginas blancas. Cuando Lara comienza a leer el libro las páginas se tornan negras, y cuando la protagoniza, son grises. Se puede decir que la novela es sobre todo gris.

En cualquiera caso gustará a las adolescentes enamoradas del amor, que quieran disfrutar de una historia original con algo de misterio.

Nota para próximas ediciones: me ha sorprendido la ausencia de algunas tildes y, también, el que alguna que otra sobrara.

Anika Lillo

Gabriela Pedraza

"Ex libris" ha sido un libro que me ha mantenido enganchada de principio a fin. La manera en la que la historia va tomando forma con todas las decisiones que hace Lara, y cómo se van creando nuevas incógnitas que mantienen al lector en ascuas es admirable.

La portada y el diseño del libro son cautivadores; la imagen en escala de grises del rostro de una mujer oculto por una máscara y el título del libro escrito en cursiva y color dorado conforman la portada. Si abrimos el libro, podemos ver que algunas páginas son negras, otras blancas y la mayoría grises. Esto llama mucho la atención, y consigue que el lector tenga un misterio más que descifrar mientras se ve inmerso en la historia.

Los personajes van cambiando y madurando a lo largo de la historia, y si ha habido algo que diferencia a "Ex libris" de otras novelas, es la protagonista. Lara toma sus decisiones propias e investiga muchas cosas por su cuenta, sin tener que depender de ningún chico como pasa en muchos libros. Tiene mucha iniciativa, y, aunque ame a Julien, un curioso chico que conoce en París, sabe que no puede dejarse llevar por ello y tomar las decisiones equivocadas. Lara se encontrará con todo tipo de personajes, y debe decidir de quién fiarse con cuidado, ya que no todo es lo que parece…

"Ex libris" se ha convertido en uno de mis libros favoritos; es una novela que nos recuerda lo increíble y emocionante que es leer y cómo convertimos en nuestra una historia cada vez que la leemos.

Gabriela Pedraza (14 años)