Esta noche arderá el cielo

Opinión:

Si buscas en google imágenes de la Trans-taiga verás que es una carretera larga, si encima Bueso te da detalles de este camino de más de seiscientos kilómetros solitarios te parecen eternos, e imaginas que un viaje por ahí sería demasiado desolador y frío, porque encima está en el norte de Canadá. Y lo último que te apetece es coger una moto y recorrerlo para nada… a menos que seas motero, y eso es lo que les ocurre a Mac y a Perla, sus protagonistas.

El comportamiento de ella será un misterio hasta el final, porque cuesta creer -aunque ocurre a menudo en la vida real-que una madre deje a su familia para largarse a una aventura loca. El de él, todo lo contrario, se nos muestra comprensible desde el principio: Mac era un tío con un defecto en la piel pero su vida de motero y de músico le dieron el carisma y la suerte que a cualquiera le haría feliz, no obstante algo le marcaría lo suficiente para convertirse justo en lo contrario: un tío lleno de pánicos que ve en Perla la solución a sus problemas, su salvación. Y en cierto modo no se equivoca, como se podrá comprobar a lo largo de la novela. De modo que la pareja que se forma en "Esta noche arderá el cielo" resulta creíble, y eso es importante.

Otros personajes pululan por ahí: Un padre y su hijo, astrónomos se dicen, quedan a merced de un despiadado traficante. Y precisamente unos traficantes son los que se cruzan en el camino de Mac y Perla. Bueno, al revés, ellos se cruzan en su camino, pero para el caso es lo mismo. Lo que viene después es lo gordo.

Lo más interesante de esta novela -aparte de la forma en que está escrita, absolutamente informal y muy directa hacia el público que la lee- es que durante su lectura y la aventura de Perla y Mac nos enteramos de que "algo" se esconde en esos bosques que rodean la carretera. Algo muy grande que parece llevar el cartel de peligro en letras fosforescentes. No será hasta bien avanzada la novela, cuando les haya dado tiempo a Mac y a Perla a cometer una torpeza y quedar también a merced de los traficantes, cuando sepamos de esas bestias que corretean por el bosque haciéndose los amos de la tierra. Y mientras tanto sabremos de su pasado y visualizaremos lluvias de estrellas, auroras boreales, y llamaradas del sol ambientando una historia intrigante, pelopúntica -como diría Jesús Callejo-, y, yo creo, bastante inolvidable.

Imagínate una road movie con rock'an'roll y al doctor Moreau, y tendrás una parte de "Esta noche arderá el cielo".  Pon el motor en marcha y buen viaje… si te atreves.

Anika Lillo