Espíritus de Nueva York

Opinión:

"Espíritus de Nueva York" ha superado mis expectativas. No estaba muy segura de lo que vería y leería en su interior al margen de lo evidente: personajes célebres relacionados con Nueva York ayudarían, a su modo, a hacer un homenaje a N.Y. Y vaya si lo hacen. Estuve allí con apenas catorce o quince años pero no iba de turismo así que lo que más recuerdo no es todo lo que aparece aquí (sí estuve en la 5ª Avenida de Manhattan, en la Estatua de la Libertad, en las Torres Gemelas, etc, pero sobre todo estuve en Brooklyn), no obstante ¿quién no conoce la Gran Manzana? A través de películas, informativos, programas, revistas, fotografías… Dicen que es la ciudad de todos, el único sitio donde todos se sienten de allí. En cierto modo yo esperaba leer aquello de lo que sabía, por eso me ha gustado tanto el libro. Obviamente es totalmente distinto a lo que tenía en mente.

Brooklyn, Manhattan, Harlem, Roosevelt Island (a la que yo conocía por su siniestro pasado) y otros lugares marcados por escenas memorables gracias a personajes famosos en el mundo de la música, el cine, el arte…

Por estas páginas desfilan Walth Whitman, Poe, Houdini, Billie Holiday, García Lorca, Frida Kahlo, Maria Callas, Carlos Gardel, Luis Buñuel, Marlon Brando, Lucky Luciano, Humphrey Bogart, James Dean, Capote, Marilyn Monroe, Frank Sinatra, Jack Kerouac, Greta Garbo, Malcom X, Jimi Hendrix, Andy Warhol, Leonard Cohen, Tito Puente, John Lennon, Tom Wolfe y Susan Sontag.

Es curioso pero me he encontrado anécdotas que me han sorprendido muchísimo, pequeños detalles en las biografías que me hacían emocionarme. La descripción del hogar de Poe cuando está en su habitación con su esposa Virginia me ha puesto la carne de gallina; la forma en que Lucky Luciano convierte a Meyer Lansky en su brazo derecho, sorprendente; que Truman Capote quisiera a Marilyn Monroe en "Desayuno con diamantes" y pensara en ella para el papel porque pensaba en ella cuando escribió la novela, no me lo esperaba; que Andy Warhol tuviera ese complejo de feo y buscara continuamente a Capote (que, efectivamente, podría haber tenido su propio capítulo) me parecía inimaginable; que Marlon Brando comenzara trabajando de ascensorista, nunca se me habría pasado por la cabeza; que la canción de Leonard Cohen 'Chelsea Hotel' hablara de su encuentro sexual con Janis Joplin me ha dejado con la boca abierta; que Joe DiMaggio le montara un pollo a Marilyn Monroe por celos cuando hacía la escena de la rejilla de Lexington Avenue, no me ha sorprendido mucho porque sabía que DiMaggio era celoso, pero que la sacara de una institución psiquiátrica (tras su separación de Arthur Miller) para llevarla a un lugar mejor, me ha enternecido; y así muchas más cosas.

Además he hecho algo que ha enriquecido aún más mi lectura. Cuando leía el capítulo sobre Billie Holiday, yo ya sabía que había estado presa en la maldita isla de Blackwell (ahora Roosevelt) pero desconocía el dolor que sintió cuando cantó una canción que se convertiría en himno contra el racismo ¿Y qué he hecho? Poner esa canción y escucharla para vivir ese episodio.

Igualmente he buscado la foto original de James Dean que le inmortalizó con su cigarro en la comisura de los labios y su sonrisa pícara (yo tenía pósters de James Dean, Elvis Presley y Marilyn Monroe en mi adolescencia, no os digo más…). Y el cuadro de Frida Kahlo que mencionan sobre el suicidio de una mujer. Es decir, además de leerlo, he aprovechado para enriquecer la lectura con fotografías y vídeos. De John Lennon creo que lo sabía todo, sin embargo he vuelto a ponerme fotos del edificio Dakota porque desde que supe de los misterios que rodeaban al edificio el morbo siniestro me pudo (qué malditismo más atractivo) y de vez en cuando me gusta mirarlo.

"Espíritus de Nueva York" contiene, además, una página central desplegable que muestra el mapa de todo Nueva York y además sitúa a los personajes en cada punto concreto donde protagonizan (a la par que homenajean con) su relato. Al final tenemos también varias páginas de localizaciones (cada autor con las casas o lugares que se nombran en sus historias).

Pero no puedo terminar esta reseña sin recordaros que es un libro ilustrado por Fernando Vicente, un artista que me encanta, que con su fidelidad en los retratos alza el valor de este libro.

Magnífico. Sobresaliente.

Anika Lillo

Foto homenaje: