Anika entre libros

Escuela de fantasía

Ficha realizada por: Inés Macpherson
Escuela de fantasía

Título: Escuela de fantasía
Título Original: (Scuola di fantasia, 2014)
Autor: Gianni Rodari
Editorial: Blackie Books


Copyright:

© del texto: Giulio Einaudi Editore s.p.a., 2014

© de la edición: Blackie Books S.L.U., 2017

© de la traducción: Carlos Mayor, 2017

© de la ilustración de cubierta: Bruno Munari

Traducción: Carlos Mayor
Edición: 1ª Edición: Septiembre 2017
ISBN: 9788417059095
Tapa: Dura
Etiquetas: artículos recopilación recopilatorio de autor educación fantasía imaginación creatividad infancia paternidad maternidad padres e hijos madres e hijos literatura italiana familia relaciones familiares aprender niños reflexiones
Nº de páginas: 200

Argumento:

Blackie Books nos trae a Gianni Rodari, uno de los maestros de la imaginación y defensor de la creatividad y la fantasía como herramienta educativa. Y lo hace a través de una serie de artículos recopilados bajo el título "Escuela de fantasía. Reflexiones sobre educación para profesores, padres y niños". Porque la educación nos afecta y nos interesa a todos, porque todos tenemos un papel en ella y porque enseñar no implica encorsetar la mente a través de conocimientos introducidos a la fuerza y con calzador en la cabeza de un niño.

Rodari, defensor de la fantasía, la creatividad, la imaginación, los cuentos o la risa como vehículos para aprender, para enseñar, nos ofrece una visión de su tiempo que también es aplicable al nuestro, porque sus tesis, su defensa de una educación plena y creativa sigue siendo vigente. 

 

Opinión:

 

«El niño, cualquier niño, es un hecho nuevo y, con él, el mundo empieza de cero». Esta es una de las frases que aparecen en este libro y que demuestra claramente la visión de Rodari sobre la educación: no puede ser inmovilista; debe renovarse continuamente, avanzar con su tiempo y con los niños, pensando en ellos, no en lo que a nosotros nos fue bien o que creemos que nos fue bien porque ahora somos adultos y seguimos creyendo que tenemos razón por el simple hecho de serlo, por el simple hecho de que nos tienen que hacer caso porque «mandamos».

El libro se divide en tres bloques: enseñar a aprender; aprender a enseñar y, por último, imaginar. Los diferentes artículos, escritos entre 1960 y 1990, nos ofrecen una visión bastante exhaustiva de las ideas defendidas por Rodari en relación a la educación, a los niños, al papel de los padres, de la escuela… Unas ideas que, actualmente, siguen planteando preguntas y propuestas que siguen vigentes. En un momento en que desde la educación se está considerando hacer cambios de concepto, se sigue insistiendo en la importancia de valorar el trabajo de los profesores y la importancia de abandonar los intereses políticos de los planes de educación para pensar de una vez por todas en lo más importante, los niños, las palabras de Rodari son imprescindibles.

Llamándose "Escuela de fantasía" era de esperar que en muchos momentos se hablara de dicha fantasía. Para él, «la fantasía no se opone a la realidad, sino que es un instrumento para conocerla». Por eso señala la importancia de la lectura, pero nunca desde la obligación, pues es una de las peores maneras de fomentar la pasión por la lectura. Querer acotar, refrenar e incluso borrar la fantasía de los niños es absurdo. De hecho, Rodari defiende la importancia de utilizarla para aprender, para enseñar, siempre teniendo en cuenta al niño.

En el segundo apartado, «Aprender a enseñar», nos adentramos en una serie de textos que señalan uno de los problemas básicos de la enseñanza, tanto a nivel escolar como familiar: el hecho de imponer, de querer que los niños obedezcan y hagan como nosotros, porque es como nos educaron. En este apartado encontramos más comentarios políticos, sociales y económicos, y cómo eso puede afectar a nuestra manera de comportarnos, como padres y como personas, a la hora de entender la educación. Obligar, imponer y no escuchar; encorsetar al niño en un envoltorio de información no es educar. Rodari nos recuerda que «el conocimiento no es una cantidad, sino una búsqueda. No tenemos que darles a los niños cantidades de saber, sino instrumentos para investigar, instrumentos culturales para crear, para llevar la búsqueda hasta donde puedan; luego, por descontado, nos tocará empujarlos un poco más allá y ayudarlos a afinar esos instrumentos».

El tercer apartado, «Imaginar», es quizás el que más se puede acercar a su famoso "Gramática de la fantasía". Analiza los cuentos y muestra los beneficios que puede tener para un niño la lectura y la creación de cuentos. Hace especial hincapié en los cuentos de hadas, pero también muestra la importancia de poder crear para ellos y con ellos historias nuevas, que les permitan utilizar la imaginación, la creatividad.

Y es que "Escuela de fantasía" no es simplemente un compendio de reflexiones sobre la educación y la relación con los niños. Sus páginas destilan un pensamiento abierto y progresista que hoy en día sigue sonando a rompedor; un canto a educar y aprender por partes iguales, a crecer a través de la imaginación y la creatividad, recordando que la fantasía no es una huida de la realidad, sino una forma de observarla y estudiarla, una forma de comprenderla que va creciendo con el niño y que puede seguir haciéndolo cuando somos adultos.

Inés Macpherson

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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