Escartín en Lima

Opinión:

Regresa el célebre detective Fermín Escartín, el quinto en la serie. Fernando Lalana, su autor, es un prolífico escritor de literatura infantil y juvenil, quien ha tenido la gran suerte de poder dedicarse íntegramente a la escritura. Ha publicado infinidad de libros y ha ganado muchos premios importantes, tales como el Premio Angular, el Premio Edebé, el Premio Cervantes Chico o el Premio Barco de Vapor. Siempre, a lo largo de su larga trayectoria literaria, ha recibido multitud de buena crítica.

Presenta un inicio muy interesante, con un ejercicio metaliterario donde el mismo escritor aparece como protagonista secundario y donde se plantea si la vida, al fin y al cabo, es como una película donde todo está ya guionizado. Una vez iniciado el caso, también la trama y el misterio enganchan y resultan atrayentes. Sin embargo, con el avance de la historia la obra pierde emoción y se pierde en páramos baldíos que pueden frenar las ganas de continuar leyendo. Afortunadamente, cuando uno puede acabar desconectándose, llega la parte final, la cual es puro movimiento y acción. 

La obra se desmarca de las típicas novelas detectivescas con marca de Hercules Poirot o Sherlock Holmes. Fermín Escartín carece del gran ingenio y perspicacia de los dos detectives mencionados, pero persiste y no se rinde. Tampoco se crea una atmósfera propia de la novela negra, con ambientes sórdidos y personajes con carácter de hielo. Sus personajes, en verdad, tienen un toque de humor que lo acerca más a la comedia. Sus diálogos, por ejemplo, no recuerdan para nada a los que uno encontraría en novelas así, puesto que, acostumbrado a como está el lector actual (sea juvenil o no), uno está de harto de sentir, por ejemplo, palabras malsonantes, y en la novela sólo aparece una palabra malsonante. Es entendible que siendo un texto juvenil la obra quiera mantener un vocabulario formal y correcto, mas eso le resta vida a la realidad circundante del lector. 

De todas formas, Fernando Lalana consigue enmarcar un cuadro que el lector disfrutará contemplando. Posee esos toques de pincel indispensables para atraerlo y llevarlo a su terreno de humor y misterio. 

A partir de 14 años.

Cristià Serrano