Entrevista a Vicente Luis Mora por Fred Cabeza de Vaca
El escritor cordobés Vicente Luis Mora ha ganado el XXVIII premio Torrente Ballester con "Fred Cabeza de Vaca", una novela impresionante, inteligentísima, reconstrucción ficticia de la biografía de un artista contemporáneo de vida y personalidad escurridizas. La novela es un festín de ideas sobre arte y pensamiento contemporáneo, especialmente recomendada para paladares exquisitos y lectores que gustan de lo que antes se llamaba la alta literatura. Ha sido construida con técnicas que se encuentran en pleno auge, como la multiplicidad textual o el falso documentalismo. Hablamos con el autor para conocer más sobre el proceso de creación de esta agradable sorpresa de la rentrée.
ENTREVISTA
Uno de los aspectos que más me han fascinado de "Fred Cabeza de Vaca", obra por la que te felicito y que no dejaré de recomendar, es el poder creativo que despliegas al construir la historia desde múltiples textos y distintos narradores, y todo ello sin que se pierda la coherencia de la historia que se cuenta. En el proceso de creación de la novela, ¿Fue antes el contenido o la forma? ¿Proyectaste este tipo de novela, o fue el trabajo de la misma te llevó a esa forma de presentarlo?
Gracias por tus palabras. El proceso de creación de la novela ha sido tan largo que, en realidad, no tengo muy claro cómo comenzó. Imagino que fui almacenando notas, ideas, imágenes, y que éstas poco a poco cobraron un aspecto armable o montable -que no organizado- en mi cabeza. Cuando la idea comenzó a convertirse en obsesión, supe que había llegado el momento de sentarse a definir los personajes y trazar a grandes rasgos la trama de la novela. En su primera versión no terminaba de funcionar, y hace un par de años tuve que "refundarla" de nuevo. No ha sido fácil hallar el modo por el que el lector puede discurrir por la galaxia de una biografía sin chocar con ningún asteroide textual.
¿Hay algún artista, biografía o noticia que haya inspirado la novela de manera directa? ¿Cuál es el punto de arranque, creativamente hablando, de Fred Cabeza de Vaca?
No, la novela es un ejercicio de pura imaginación. Es cierto que hay algunas prácticas descritas en ella han podido verse alguna vez en el mundo del arte contemporáneo, o en el mundo en general, porque no quería inventar el sistema artístico de otro planeta, pero la intención de esta obra es fabular, imaginar, desarrollar mundos posibles. Eso nos permite reflexionar sobre éste, sí, pero también reflexionar sobre alternativas y sobre esferas no plausibles.
¿Hablaríamos de la misma novela si no estuviera ambientada en España? De todos los males que aquejan al mundo del arte contemporáneo y que tan acertadamente expones en la novela, ¿cuáles consideras que son endémicos y cuáles universales?
No sólo expongo los males del arte contemporáneo, creo exponer también bastantes o muchas de sus virtudes. E incluso hay algunos fenómenos, como la ambición, que según se miren o cómo se ejerzan pueden ser positivos o negativos. Fred, por ejemplo, utiliza su ancha ambición en ambas direcciones. En el caso de del arte, la novela no está sólo ambientada en España; también aparecen bienales conocidas o muestras internacionales, y creo que las dinámicas artísticas son bastantes trasnacionales, cuando el artista alcanza cierto reconocimiento en su trayectoria.
La novela es también un ejercicio de cuestionamiento del culto a la personalidad, un tema que me interesa mucho. Gracias a la multiplicidad de fuentes que ofrece la novela conocemos bien el medio en el que se mueve Fred Cabeza de Vaca, ese paraje lleno de arribistas, aprovechados de distinto pelaje y artistas sin talento y aspiraciones megalomaníacas… ¿La opinión de Vicente Luis Mora sobre el arte contemporáneo coincide con la reflejada en la novela?
Las novelas son ejercicios de ficción, incluso las autoficciones. Según algunos expertos, hasta las autobiografías, memorias y diarios son puros o parciales ejercicios de fantasía. En consecuencia, no tiene mucho sentido buscar en las novelas correspondencias con las opiniones personales del autor. De hecho uno de mis desafíos que me propuse con esta novela era imaginar un personaje más inteligente y poliédrico que yo. Tal cosa constituye una aporía, según los filósofos, pero resulta posible gracias a la ficción. Colar mis propias opiniones lo hubiese impedido.
¿Por qué adelantar unos años el tiempo de la narración, con respecto a nuestro tiempo presente? ¿Era importante que lo que se cuenta en Fred Cabeza de Vaca no hubiera ocurrido 'todavía'?
El lector atento se dará cuenta de que algunos hechos del pasado y del presente también están cambiados o inventados. Es otra forma más de darme toda la libertad posible para escribir la historia y no tener que atarme a "la realidad" (Nabokov siempre recomendaba escribir la palabra "realidad" entre comillas). Si mi objetivo fuera describir la realidad supongo que utilizaría el periodismo. Escribo novelas porque lo que me importa es otra cosa. Y me gusta a veces situar el argumento en el futuro para otorgarme todavía mayores dosis de autonomía narrativa.
Me divirtió mucho la crítica a la cocina de autor y la pretenciosidad de los restaurantes de lujo, en el episodio de Cabeza de Vaca enfrentándose a un menú ininteligible. ¿Hay que luchar contra la idea de que todo es cultura? ¿Hay 'pseudoculturas' que invaden el mundo de creación tradicional y lo ponen en peligro?
Según la definición de cultura que utilicemos, todo podría ser cultura o casi nada lo sería. Intento no ser demasiado reduccionista, pero veo la gastronomía actual una tendencia a lo pretencioso -e incluso a lo pretencioso intelectual- que no acabo de entender, porque la legitimación de cualquier expresión humana debería residir en ella misma, y no en algo exterior a ella. Imaginemos que alguien justifica un libro porque se puede comer, además de ser leído. Suena extraño, ¿no? Sin embargo, se acepta con naturalidad que un plato puede parecer más sabroso porque viene intelectualmente defendido, tras una serie abstrusa de conceptos y referencias. Me temo que en el arte sucede a veces algo parecido.
Vicente Luis Mora trabaja muchos géneros, y podría decirse que además lo hace de manera distinta en cada uno de ellos. Después de haber desfilado por un buen número de géneros, ¿Tienes ganas de seguir buscando modos de expresión o 'Fred Cabeza de Vaca' muestra un camino a seguir a partir de ahora?
"Fred Cabeza de Vaca" es un ejercicio de destrucción genérica, de voladura de un género literario, que sucede ante los ojos del lector. Quien lea la novela entenderá a qué me refiero. En consecuencia, es un libro singular dentro de mi trayectoria. Como usted dice, en cada libro intento desarrollar un proyecto estético propio, y creo que ésa es la única continuidad que hay entre mis textos: la voluntad de reinventarme gracias a ellos.
Me ha interesado mucho el tratamiento que se realiza de la tensión entre individualismo y dimensión pública del trabajo. ¿La salvación del artista verdadero se encuentra en la búsqueda de la singularidad, la fuerza colectiva o en alguna otra fórmula de expresión pública?
Sí, creo que queda claro a partir de la respuesta anterior. De todas formas, la singularidad no tiene porqué ser entendida siempre en conexión con el individualismo. He realizado algunos ejercicios de escritura conjunta con otras personas, e incluso de escritura colectiva, donde nuestra autoría se ha disuelto, y lo he disfrutado mucho y espero volver a hacerlo en el futuro. Es decir: puede haber escritura singular sin ser necesariamente individualista, aunque esto último sea lo más frecuente.
He disfrutado los pasajes en los que Fred Cabeza de Vaca pretende desaparecer del mundo digital, dejando de ser objeto del control de google y las tecnológicas. ¿El artista del futuro tiene que aprender a 'desaparecer' del ruido de la tecnología para trabajar?
Este es un tema que cada vez me preocupa más, porque las tecnologías nos dejan sin espacio de intimidad y privacidad a una velocidad temible. Ordenadores y teléfonos han pasado de ser instrumentos de comunicación a instrumentos de control, ¡y encima se pagan carísimos! Es como encadenarnos voluntariamente con grilletes de oro. He leído varios artículos donde se apunta que algunas aplicaciones usan nuestros móviles para fotografiarnos y grabar nuestras conversaciones a escondidas. Desde hace tiempo dejo el móvil en otra habitación cuando estoy en casa. Respecto a su segunda pregunta, no es mi intención decir lo que debe hacer el artista del futuro, ni siquiera sé lo que debe hacer al artista del presente; me limito a seguir mi camino personal con la mayor sencillez y profesionalidad posibles.
Leer 'Fred Cabeza de Vaca' me llevaba a autores a los que admiro como DonDelillo, especialmente por la clarividencia con la que se trata el momento social presente y se predice el futuro inmediato. También he recordado leyendo la obra 'Nat Tate' de William Boyd, creación ficticia de un artista contemporáneo. ¿Qué referentes literarios concretos manejaste cuando escribías la novela?
Es difícil para un autor, aunque sea además crítico literario, como es mi caso, saber cuáles son las influencias inconscientes presentes en su obra. Sé cuáles son las conscientes en "Fred Cabeza de Vaca", que por cierto pertenecen más al acervo hispánico que al estadounidense, pero cada lector es libre de proyectar sobre la novela sus lecturas previas. Ni siquiera sé si podríamos leer libres de las orejeras de lo ya leído. En el caso de la novela de William Boyd, la leí y la reseñé en mi blog durante el proceso de escritura, y creo que, precisamente por eso, me cuidé mucho de que me influyese. Tanto ese libro como el "Jusep Torres Campalans" de Max Aub proponían algo más complejo: la construcción de un artista falso, de un fake, incluyendo la elaboración de obra plástica de los pintores inventados. Algo muy lejos de mis torpes habilidades manuales, y bien que lo siento.
Seguimos con las admiraciones: ¿qué escritor/es contemporáneos recomendarías a nuestros lectores? Señala compañeros de profesión en activo a cuyos textos merece la pena acercarse.
Serían muchísimos, prefiero remitirme a mi blog, donde los voy comentando y reseñando, a mis libros de ensayo o a los poetas que recogí en "La cuarta persona del plural. Antología de poesía española contemporánea" (2016).
¿Cuál es la próxima obra de Vicente Luis Mora? ¿Se encuentra algo ya en la cocina?
Fred me ha dejado tan exhausto que ahora mismo sería incapaz de escribir ficción. Trabajo en un libro de poemas y en un par de ensayos, otros géneros que me interesan mucho.
Leer reseña de "Fred Cabeza de Vaca"