entresombras (2) y la llave maestra

Opinión:

Si dije de “Entresombras y el circo ambulante” que era una novela para niños decididos, inteligentes, que no se asustan ni ante las historias de miedo ni ante los retos literarios, porque el inicio de la saga, las primeras páginas, no se lo daban mascadito, lo mismo puedo decir de “Entresombras y la llave maestra”. De nuevo Roberto Aliaga comienza sugiriendo más que contando, una técnica para espabilar a unos cuantos si quieren encontrarse con una historia que vale la pena, por terrorífica y por divertida.
 
En esta segunda parte introduce a un tipo invisible que se dedica a utilizar su invisibilidad y la magia para engañar a la Resistencia (Lobo, Betty Dientes, Brady y Hang Soga), y de nuevo los roles de vampira y hombre-lobo son los buenos, y dejan la maldad para el anciano alcalde –que esta vez se pasea por el otro lado… inquietante-, y para el nuevo personaje.
 
De nuevo fantásticos momentos de humor, tanto los que tienen que ver (y especialmente) con Brady y no sólo en sus intentos de ligar, como los relacionados con la cobardía de Hang o como las descripciones que hace en su libretita invisible el hombre invisible, Eterino, sobre los perfiles de la Resistencia.
 
Pero indudablemente seguimos ante una historia de aventuras y terror, mucho terror, tanto en el argumento como en las fantásticas y tétricas ilustraciones de Roger Olmos, donde los personajes siguen en peligro estén vivos o muertos. En este tomo Daniela y Mateo volverán al más allá en el momento más oportuno y confirmarán algo que desean hacer (y que da pie a siguientes posibles títulos)
 
Y otra vez algún que otro guiño, aunque quizá sean demasiado jóvenes sus lectores para entender a qué estilo se refiere cuando nombra a Fred Astaire para describir a Brady.
 
Sin duda una continuación tan fiel al estilo del primer tomo tanto por parte del autor como de la editorial, con el mismo soporte de calidad que el anterior: tapas duras, páginas cosidas y suaves.
 
Para valientes con sentido del humor.
 
Anika Lillo