Entre amigos

Opinión:

Gonzalo Giner aúna con su palabra un enorme racimo, variado y colorido, de anécdotas de sus colegas veterinarios, más bien sus amigos, porque por eso se llama así el libro "Entre amigos"… bueno, veterinarias y veterinarios, de diversas partes de España, en medios urbanos y rurales, por lo que este anecdotario es una obra bien surtida de casos que el colectivo de la salud animal seguro se identifica con muchas de las historias expuestas aquí.

Y para los que no somos del rubro, pues muchísimas risas... y también lágrimas, porque en el libro se habla de muchos temas, incluyendo casos de despedidas a nuestros seres queridos, que son animales, pero también, es nuestra familia.
En este sentido, el libro tiene un tono muy desenfadado, muy diferente al que solemos ver en las obras de Giner, pero es que lo amerita, son momentos únicos, chispazos de espontaneidad de tutores y/o animales que le dan una energía única a este recopilatorio.

Además, en esta misma línea, también se nota el gran amor que tienen a la profesión, a la paciencia con ciertos dueños o tutores, a la entrega de quienes forman parte de esta área profesional, mal entendida y muchas veces, mal valorada.

Es que uno de los puntos claves que señala el autor al principio del libro es que es una profesión muy difícil, sobretodo porque tus pacientes no hablan el mismo idioma, no se comunican de la misma manera y hay que estar muy atentos a los síntomas, gestos, a cada pequeño detalle que puede derivar en un diagnóstico certero.

Así, el libro se va organizando en varios temas afines que te llevan por un sendero de emociones que hacen que este libro sea un buen método para activar tu empatía… ríes y lloras al mismo tiempo, anécdotas breves y otras más largas -según qué historia-, que harán las delicias de quien se enfrasque en sus páginas. Se queda corto, la verdad, espero que haya una segunda parte, porque el mismo Giner ha contado que no todas las anécdotas entraron en el libro, así que espero que tengamos otro volumen en algún tiempo más.

Una cosa que me cautivó de primeras fue la forma en que se enuncian los capítulos, con un estilo antiguo, pero que le da énfasis a lo que viene en cada uno y se nota. Es más, y me repito, el estilo de este libro me da una sensación de que el autor va más ligero, a su aire, enamorado de su profesión y se nota. Como la foto de la solapa, esa sonrisa de Giner parece que no se borra a lo largo de la escritura de este anecdotario, incluso en los momentos más tristes, tiene una dulzura especial para contarnos el caso.

Quizás lo mejor del libro es la diversidad de temas, casos y ambientes… no es lo mismo ser "vete" rural que urbano, son diferentes casos y temáticas, pero se les nota ese amor por sus pacientes en todas las circunstancias, incluso cuando tienen tutores cuanto menos inquietantes. El anecdotario reúne casos paranormales, nombres extraños, tutores más extraños aún (o de esos que lo saben todo), urgencias, equívocos con temas de biología básica, sorpresas inesperadas, animales que se comportan como humanos, casos singulares, bichines heroicos, apariciones estelares, en fin, un mundo entero en historias que podrás leer y releer, porque te dejan un regustillo a endorfinas en el alma que te harán el día.

Al final del libro aparece la relación completa de quienes colaboraron en hacer posible este libro con sus historias, amigos de Gonzalo Giner y ya amigos nuestros, por ese don invaluable de entender a nuestra familia peluda.

Es un libro entrañable, esperemos que haya un nuevo volumen de anécdotas para poder deleitarnos una y otra vez con las ocurrencias de animales ¡y tutores! ¡Recomendadísmo!

Carol Inabé Barba