Encrucijada (La tierra del dragón 3)

Opinión:

Mientras terminaba de leer esta novela me vinieron a la memoria unas palabras que, sobre la misma, había escrito Alejandro Guardiola, el autor de La vieja raza, un novelista que espera agazapado en esas sombras que caracterizan a los personajes de su inédita obra: "podría calificarse de terror por ciertos aspectos, la atmósfera agobiante por la que deambulan los protagonistas, el temor constante de que algo horrible va a ocurrir...", y, no siendo de terror, sino de fantasía, y debemos catalogarla como fantasía épica por su pretensión de ser una épica historia de ocho volúmenes, encuentro en ella esas connotaciones que el maestro Lovecraft daba a sus relatos: paisajes sombríos, oscuros, de árboles descomunales, capaces de albergar espíritus y demonios o monstruos surgidos de las tinieblas. En algunos pasajes incluso podría jurar que huele muy mal, y los árboles, casi seres vivos, hunden sus raíces en las tumbas de los cementerios para alimentarse de los cadáveres en descomposición.

Pero no es terror, aunque tampoco es un género que sea extraño a Tobías Grumm (David Mateo). Como nos tiene acostumbrados, el autor nos recibe con un prólogo digno de las memorias de Peman, incluso de El señor de los anillos, supongo que con la intención de espantar a los no iniciados en la historia de Abisinia. Porque en la tercera parte de la Tierra del Dragón, o tienes el tatuaje a fuego de TDD o te perderás en un mundo ya formado, en unos personajes que han ganado su lugar en la historia, caerás al mar por la borda de ese destartalado barco que atraca en el puerto de Lorenord y que tanto nos recuerda a la Dama del Este. Narración, como os digo, oscura, porque Elvor, como dice su hermana, no necesita a la guardia para protegerse las espaldas, y si su hermana lo define así, ¡cuán no oscuro y tenebrosa será su presencia y todo cuanto le rodea!

Encrucijada de destinos, de caminos, de vida, es a lo que se enfrentan Ikra, Evor y Galen, los hermanos Lekesville, y con ellos el mundo que conocen, ese que David Mateo (Tobías Grumm), ha llamado La Tierra del Dragón.

Y una última recomendación, entra en esta tierra desde el Nicho de Reyes (por cierto, ya en su segunda edición), no te arrepentirás.

Francisco Javier Illán Vivas