En la confidencia. Tratado de la verdad musitada

Opinión:

Nada más leer el título de este libro, empecé a pensar qué podía contener. "En la confidencia. Tratado de la verdad musitada". Estaba claro: era un ensayo sobre los secretos contados a media voz. Ya pero… ¿200 páginas sobre el tema? ¿Para tanto da hablar de las confesiones que realizamos? Al empezar a buscar sinónimos de la palabra confidencia, fueron surgiendo más ideas sobre las que se podían hablar en este tratado. Porque, claro, no es lo mismo una revelación, que una confesión, que una noticia, que una denuncia, que un secreto, que un testimonio… Y no es lo mismo confiar que desembuchar o que anunciar. La confidencia navega entre el recelo, la reserva, la reticencia y las ganas de soltar lastre. Y ahí empecé a ver el potencial de este libro.

Claro que yo no soy Fernández Porta y no me he propuesto realizar un estudio sobre el tema. No tengo ni su claridad de ideas ni he investigado ni profundizado tan a fondo en la cuestión como para escribir el ensayo que él sí ha publicado y en el que, efectivamente, reflexiona sobre la confidencia en sus múltiples variantes: desde el secreto confesado hasta el desliz que se nos escapa, pasando por el chismorreo o la calumnia.

El autor nos lleva a través de las páginas de esta obra desde el secreto que Ra confiesa a Isis hasta Wikileaks y las redes sociales, mostrando que la confidencia no entiende de épocas ni de medios ni de géneros.

Hablando de géneros, hay una profunda reflexión que recorre toda la obra sobre cómo se han adjudicado los roles de género tradicionalmente respecto a este tema. Está claro: las mujeres chismorrean mientras que los hombres informan. Fernández Porta desmonta esta falsa creencia y nos ofrece varios apuntes y cuestiones sobre las que pensar en torno a esta cuestión.

De igual modo, también nos invita a reflexionar sobre por qué o para qué utilizamos la confidencia, sobre cómo esta marca diferencias respecto a quienes no son dignos de merecer la distinción de conocer nuestros secretos, sobre cómo es una manera de establecer grupos y jerarquías o sobre el tipo de sociedad que favorece este tipo de revelaciones. Y hace notar, además, una cuestión muy gráfica que me ha llamado mucho la atención: ¿sabrías distinguir cuándo alguien está contando un secreto a otro? Claro que sí; la comunicación no verbal es muy clara cuando lo hacemos: bajamos la voz, tono íntimo, nos acercamos al otro, puede que incluso nos tapemos ligeramente la boca, dejando fuera del secreto a los que no están junto a nosotros…

Como decía, Fernández Porta se remonta a Ra y a Isis para escarbar en la raíz de la confidencia pero llega a nuestros días, en los que cabe preguntarse hasta qué punto sigue siendo válido el concepto en un mundo en el que los secretos son contados a todo aquel que quiera escucharlos/leerlos a través de las redes sociales. Un mundo en el que los medios han objetivado la realidad para que parezca que son objetivos. Un mundo en el que internet ha propiciado una rápida y amplia circulación de noticias e informaciones. Un mundo en el que las filtraciones ("leaks", en inglés) están al orden del día y nos permiten vislumbrar la parte más oscura del poder y los medios de comunicación.

De hecho, el tema del poder, los secretos de estado, el espionaje, la conspiración o las torturas de guerra encaminadas a obtener información sobre el bando enemigo también ocupan buena parte de los pensamientos de Fernández Porta en su ensayo.

Pero no se queda en una mera reflexión digamos externa. El autor también nos habla de los sentimientos y las emociones ligados a la confidencia: desde la vergüenza hasta el alivio, desde el dolor que produce el secreto traicionado hasta el orgullo del sentirnos al ser diferenciados del resto por la confianza de la confesión.

Constantes y conocidas referencias a la cultura popular (música, cine, pintura, literatura, cómic…) le sirven para ejemplificar algunos de los conceptos y situaciones expuestas, al tiempo que estas disciplinas artísticas también son analizadas desde el punto de vista de la confidencia, como cuando habla del diario como género literario y de obras a caballo entre el diario y la novela, como "En busca del tiempo perdido", de Marcel Proust.

Con un lenguaje y un estilo trabajo e intrincado, Eloy Fernández Porta nos ofrece una amalgama de pensamientos y reflexiones profundas y variadas sobre cuestiones de lo más variopintas. De hecho, en algún momento de la obra he llegado a pensar: ¿pero esto… qué relación tiene con lo atención? Pero al final te das cuenta de que sí, de que todo está relacionado y de que el nexo que une a todas esas áreas que aparecen reflejadas en el ensayo no es otro que el título que les da sentido: la verdad musitada de la confidencia.

Lidia Casado