En el corazón de la noche

Opinión:

Irvin D. Yalom es una de las figuras más destacadas en el campo de la psicoterapia. Doctor en medicina, psicólogo de profesión y profesor de psiquiatría en la prestigiosa universidad de Stanford, sus aportaciones científicas y literarias le han valido un gran reconocimiento.

Aquí nos presenta "En el corazón de la noche", un magnífico relato sobre el silencio, la represión y la memoria, así como un poderoso ejemplo de cómo la amistad puede llegar a curarnos.

El testimonio de Robert L. Berger es sobrecogedor y la maestría de Yalom como terapeuta es digna de admirar, pues no es fácil desprenderse de los propios sentimientos para escuchar de manera abierta y sin emitir juicio alguno para que el proceso de sanación comience; y más teniendo en cuenta que esa amistad puede resultar contraproducente en un proceso de terapia.

El relato arranca con la celebración del cincuenta aniversario de la promoción de Medicina. Allí coinciden Irvin Yalom y Robert Berger, viejos amigos. Este último le cuenta a Yalom un peligroso suceso en Caracas que ha desencadenado dolorosos recuerdos de su pasado. Y es que lo vivido por Berger, único superviviente de una familia húngara de origen judío, es muy duro. Logró escapar de los nazis, exiliarse a Estados Unidos y convertirse en un reputado cirujano cardiotorácico. Ahora, tras muchos años de represión, todo ese dolor y culpa han vuelto con más fuerza que nunca.

Yalom, con gran maestría, ayudará a su viejo amigo a interpretar esos recuerdos y a liberarse de esa culpa arraigada. Le hará ver cómo aquel terrible suceso le marcó durante su vida y a entender su necesidad de riesgo y control. Yalom, con su escucha activa, permite que Berger desbloquee su pasado doloroso y tenga el valor de exponerlo ante su amigo.

A pesar de no ser una psicoterapia en sentido tradicional, la exploración y exposición del trauma es excepcional. Podemos extraer interesantes reflexiones sobre cómo nos afectan las situaciones extremas y cómo la necesidad de expiación puede marcar una vida.

Si bien es cierto que conocía al autor, todavía no había adentrado en su literatura. Tras esta breve pero intensa lectura, tengo que recuperar el tiempo perdido, porque leer a Yalom es toda una experiencia.

Mónica CZ