El yo que no muere

Opinión:

"El yo que no muere" es la última novela de Ferran Torrent, un novelista valenciano que se dedica sobre todo a escribir novela negra. Escribe todos sus libros en valenciano, y escribió su primera obra en 1986, "No me vacilen al comisario". Algunas de sus obras han sido llevadas al cine, como "Un negro con saxo". Otras de sus obras son "Gracias por la propina", "Sociedad limitada", "Una comida un día cualquiera", "Poder contarlo", "Memorias de mí mismo" o "La vida en el abismo", siendo esta última finalista del Premio Planeta.

"El yo que no muere", es otra de sus novelas que bien puede ser llevada al cine, ya que contiene todos los ingredientes para ello. El Regino es su personaje principal, sin embargo en la novela aparecen también muchos personajes no menos importantes. La historia se desarrolla en la ciudad de Valencia, aunque algunos de los hechos suceden también en pueblos muy cercanos a la capital, como Burjassot o Rocafort. El hotel Metropol, donde Regino se hospedaba habitualmente, existió en la realidad, y estaba ubicado en la calle Xàtiva, frente a la Estación del Norte y la Plaza de Toros. Se construyó en el año 1931 y estaba en un punto estratégico para poder huir por la estación en caso de que la ciudad fuera bombardeada u otras situaciones.

Regino es un personaje único y cautivador que se dedica a recuperar obras de arte expoliadas por los nazis durante el holocausto, es falsificador, pero también es retratista y marchante, aunque a él le gusta describirse como profesional de actividades varias. Realmente nadie conoce todo a lo que se dedica, sus tendencias políticas o religiosas, la discreción es lo que lo mantiene con vida. Sin embargo, Manuel Estornell, director del hotel Metropol, es una de las personas que más sabe de su vida y Regino confía en él más que en nadie.

En la novela aparecen personajes tanto de ficción como reales, o como Torrent nos advierte, "los personajes y los edificios reales de la novela son imaginados; los imaginados podrían ser reales", pero lo cierto es que Ava Gardner existió y es hospedada en el hotel bajo el nombre de Ketty, huyendo de su marido, Frank Sinatra y de su vida en general.

Regino tiene una relación sin compromiso con Inés, hija del General Francisco Moreno, que había convencido a Franco para que España no participara en la Segunda Guerra Mundial, y al que Regino cambiaba sus cuadros verdaderos por otros falsificados sin que Moreno se diera cuenta. Y hay muchas más historias en esta novela que son realmente interesantes que no voy a contar para no hacer espóiler, pero que las recomiendo totalmente.

El estilo que utiliza Ferran Torrent es directo, sin divagaciones, no se recrea en las descripciones pero te lo puedes imaginar todo a la perfección. Los diálogos son libres, para captar la atención del lector, sin embargo, están tan bien hechos que sabes perfectamente quién es el que dirije la conversación en todo momento.

Trata muchos temas, abunda el sentido del humor, hay una buena dosis de sexo y las conversaciones que mantiene Regino con algunos de sus personajes no tienen precio. Las que más me han gustado a mí personalmente son las que tiene con el cura, Rafel, y con Manuel Estornell.

Trata infinidad de temas: una historia de amor entre una empleada del hotel y un hombre viudo que nunca se han visto, secretos, venganza, asesinatos, experimentos con drogas a niños de un orfanato, en fin, hay que leer el libro para disfrutar y para aprender muchas cosas.

Recomiendo esta novela a todo el mundo que disfrute con buenas historias, ya que engancha bastante. No tiene desperdicio y tampoco da lugar al aburrimiento. Y si queremos saber el motivo de su título, hay que esperar hasta casi el final para saberlo.

*Publicada por Ediciones Destino.

Judith L.