El último tuareg
Título: El último tuareg
Título Original: (El último tuareg, 2014)
Autor: Alberto Vázquez-Figueroa
Editorial:
Martínez Roca
Copyright:
© Desaladoras AVF, S.L., 2014
© Ediciones Planeta Madrid, S.A., 2014
© Foto contraportada: Silvia Vázquez-Figueroa
Edición: 1ª Edición: Marzo 2014ISBN: 9788427040953
Tapa: Blanda
Etiquetas: fanáticos literatura española novela secuestros terrorismo terrorismo islámico desierto tuareg ficción contemporánea nómadas Mali yihadismo Gadafi
Nº de páginas: 352
Argumento:
El buen nombre del pueblo tuareg está siendo salpicado por las andanzas de ciertos grupos extremistas.
Gazel Mugtar, camionero y experto en el desierto, es reclutado para hacer cumplir el código de honor en nombre de su pueblo, y de esta manera ejecutar a renegados y mercenarios, enfrentándose así a sus creencias sobre la violencia y la paz, y será precisamente este nuevo viaje que recorrerá casi en solitario el que pondrá en cuestión los valores tan arraigados en él, obligándole de un modo indirecto a plantearse nuevas preguntas, como lo es su propia fe.
Opinión:
No es fácil imaginar cómo una persona de naturaleza pacífica puede acabar en un sanguinario asesino, menos cuando lo hace de manera consciente, e ir en contra de los propios valores, cuando estos se han asumido como norma de vida; no debe de ser fácil, menos aún cuando no es uno mismo quien los cambia, sino que ajeno a la situación, con una vida predecible, que parece resuelta y que se acierta a adivinar por dónde irá, se compromete en cambiarlo todo de la noche a la mañana, obediente a sus creencias y con el sentimiento de asumir lo que está escrito -en algún lugar no físico-.
Juegos de palabras que en su parte práctica invitan a nuestro protagonista a que se replantee toda una vida, al tiempo que debe cortar de modo abrupto con el futuro que tenía planificado. Entrar a formar parte de los tuareg que se enzarzan en esa lucha por defender sus valores y código de honor no casa bien con permanecer en un trabajo como camionero que recorre las rutas del desierto bien conocidas para él.
La religión, los ideales del grupo, por tanto, tienen más peso a la hora de equilibrar la balanza que los propios sueños, en detrimento de la historia del individuo, y quizá no es fácil de entender desde esta sociedad en la que ese comportamiento no soportaría ni unos minutos sin ser diana de mofas o desprecio.
Así y todo, Gazel se llega a cuestionar sus propias ideas en torno al honor, cuando entra en juego el asesinato -eso sí, justificado por el fin-, la mentira, y otras conceptos que hasta la fecha tenía más o menos claros. Sus luchas son interiores, al tiempo que el exterior se salpica de sangre con cada mercenario, opositor a los ideales, y en definitiva nos sorprende de nuevo la máxima de los buenos que no son tan buenos y los malos que en ocasiones no lo son tanto.
Es una novela de lectura rápida, con una trama ágil y que nos acerca un poco más a este pueblo del desierto, en el que sin duda, jamás nos reconoceremos.
Saray Schaetzler
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