El tiempo mientras tanto
Título: El tiempo mientras tanto
Título Original: (El tiempo mientras tanto, 2010)
Autor: Carmen Amoraga
Editorial:
Planeta
Colección: Autores Españoles e Iberoamericanos
Copyright:
© Carmen Amoraga, 2011
© Planeta, S.A., 2011
Edición: 1ª Edición, Noviembre 2010ISBN: 9788408097266
Tapa: Dura
Etiquetas: drama novela dramática mujeres libros premiados literatura española novela dramática familia secretos
Nº de páginas: 300
Argumento:
María José agoniza lentamente en una cama de hospital después de sufrir un accidente de tráfico que la ha dejado en coma irreversible. A través de los pensamientos de las personas que la visitan en la clínica (sus padres, un matrimonio roto hace tiempo, de su mejor amiga y su ex marido), conocemos retazos de la vida anterior de la moribunda, la historia del amor tenaz que sintió desde adolescente.
Finalista del Premio Planeta 2010
Opinión:
Esta novela es un viaje hacia la muerte. Un viaje silencioso, en blanco, emprendido por María José, una mujer como tantas, que trabaja en una asesoría y ha aprendido a aceptarse con sus kilos de más y sus contradicciones, justo cuando sufre el accidente que la deja en coma. Durante los cinco meses que dura la agonía, nunca la escuchamos hablar a ella, una figura inerte, sumida en un sueño del que ya no despertará. Son los otros, sus familiares y seres queridos, los que en las angustiosas horas que duran las visitas diarias en el hospital, reconstruyen el pasado de María José, en ese mientras tanto que dura la llegada de su muerte. Así sabremos que, en realidad, las personas podemos dividirnos en dos grupos: las que aman por accidente y las que aman por enfermedad. Las primeras son aquellas que se topan por primera vez al amor de su vida en un ascensor, como María José, o en plena calle, como su madre Pilar, y experimentan el sentimiento amoroso como una revelación traumática, como un momento que marca un antes y un después; las segundas, entre las que se encuentra Paco, el entrañable padre de la protagonista, son las que aman lentamente, como si sufrieran en sus almas un proceso degenerativo, largo y constante, sin poder sustraerse a sus síntomas ni encontrar un tratamiento adecuado.
Destacaría de esta novela la ternura con la que son tratados todos los personajes, incluso aquellos que, como Pilar, la antipática madre de María José, parecen no merecerlo demasiado. La autora escarba en los recuerdos de cada uno de ellos y revela las causas de sus amarguras y sus frustraciones, comportándose como una narradora benévola que nos permite conocer las luces y las sombras de unos seres humanos normales y corrientes, atrapados por sus condicionantes físicos o emocionales, condenados muchas veces a lidiar con trabajos y relaciones personales que no les hacen felices.
Pese a la pequeña tragedia personal que va desgranando en cada página, Carmen Amoraga parece empeñada en transmitir el vitalismo resistente que caracteriza a sus protagonistas, que hace que asuman la catástrofe y los empuja hacia delante, aceptando como necesario el equipaje de recuerdos con el que cada uno debe cargar para hacerlo.
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