El tiempo entre costuras
Título: El tiempo entre costuras
Título Original: (El tiempo entre costuras, 2009)
Autor: María Dueñas
Editorial:
Temas de Hoy
Colección: TH Novela
Copyright:
Incluye sección bibliográfica
© María Dueñas, 2009
© Temas de Hoy, S.A., 2009
Edición: 1ª Edición: Junio 2009ISBN: 9788484607915
Tapa: Dura
Etiquetas: costumbrista género negro espionaje espías policiaca literatura española personajes reales cameos biográfica películas Marruecos
Nº de páginas: 637
Argumento:
María Dueñas (Puertollano, Ciudad Real, 1964), con ésta su primera
novela nos ha introducido una potente luminaria en una habitación
en penumbra, un canto de jilguero entre una barahúnda de gorriones.
La autora, doctora en Filología inglesa, ha impartido clases en
varias universidades norteamericanas y actualmente es profesora
titular en la Universidad de Murcia. Y la verdad es que narra como
si llevara años haciéndolo.
Dividida en cuatro partes, coincidiendo con los cambios de rumbo de la vida de la protagonista, y a la vez los cambios políticos del país, la novela traza un círculo, desplazándose en tiempo y espacio de Madrid a Tetuán, y de vuelta a Madrid, con un breve pero intensísimo interludio portugués. Un Madrid muy distinto de aquel que dio comienzo a la vida de Sira, la heroína de esta narración.
A la vez histórica, negra, de espionaje o policíaca, esta novela nos muestra la trayectoria de una mujer, pero a la vez de una época. Confluyen en ella lo costumbrista, el thriller, lo psicológico y lo documental. Pero sobre todo, su tema central es la lucha por la vida de una mujer, que ha de recurrir a todo lo que tiene a mano para salir adelante. Y lo que tiene a mano es su caja de costura, tijeras e hilos, patrones y jaboncillo.
La novela, escrita en primera persona por la protagonista, comienza en los años previos a la contienda civil española, y acaba con el comienzo de la guerra europea; siempre figurando como marco, nunca como tema, y de hecho, durante toda la guerra la protagonista la vive a distancia, desde Marruecos, y sin seguir sus avatares, ya que su propia supervivencia es lo que ocupa sus días y sus noches. El título, magníficamente elegido, ya nos resume la historia. Y la espléndida portada nos dice el resto. A juzgar por el número de ediciones, está funcionando como un best seller, pero de absoluta calidad literaria.
Opinión:
Ariodante
La recreación del ambiente de un taller de costura, la utilización de la terminología de las modistas, no sólo para las descripciones de la actividad en sí, sino también aplicándolas a las otras actividades de su vida, incluso hasta utilizar -logro muy imaginativo- las puntadas y los patrones para codificar información.
Por otra parte, la costura, como símbolo, resulta muy atractivo: no sólo hace creíble cantidad de situaciones que en otro caso hubieran resultado forzadas, sino que además, simboliza, connota muchas cosas. El corte: las heridas, físicas y psicológicas, producidas por una época fraccionada; las composturas, el intento de recomponer una sociedad rota; la confección de un nuevo guardarropa: el cambio de chaqueta que haga presentable a la anterior o que la sustituya, pero que dé una apariencia de vida cuando lo dominante ha sido la muerte. La ficción que supone el vestido, con su eco de disfraz, de pose.
La vida de Sira Quiroga, modista, nos muestra a la vez la historia de esos años turbulentos de la España republicana y de guerra, pero vistos desde fuera, desde los ojos de una simple mujer, sin estudios ni conocimientos, salvo su sentido común; primero desde el Madrid republicano, luego desde Marruecos, que, al ser el foco del que parte el alzamiento que desata la guerra civil, resulta ser un lugar donde se vive tranquilo, y salvo unos primeros alborotos en la etapa inicial, se convierte en una zona donde la vida social y política bulle, los encuentros internacionales son continuos, el espionaje inevitable, en fin, algo parecido al ambiente de la película Casablanca, o el de Encadenados, de Hitchcock, por poner ejemplos de todos conocidos. Y finalmente desde el oscuro Madrid de la inmediata posguerra.
La autora combina personajes ficticios con algunos reales, aunque son los menos, con lo que de modo indirecto nos fabula partes de vidas que están documentadas y que si no fueron exactamente así, al menos pudieron serlo. Así, el novio Ignacio, el seductor Ramiro, el periodista Marcus Logan, alternan con el embajador británico Hoare; el agregado naval Hillgarth, el coronel Beigbeder y su amante británica Mrs Rosalind Fox, el cuñadísimo Serrano Súñer, y éstos, a su vez, con Don Gonzalo Alvarado, Doña Dolores, el taimado y apuesto negociante Da Silva, Doña Manuela la modista, la estraperlista Candelaria, el bujarrón Félix, la morita Jamila...
La novela desarrolla una trama cuidadísima: muy bien hilvanada, con un patronaje muy bien cortado, y cosido con pespuntes fuertes y luciendo brillantes botonaduras doradas. Recrea una época y a la vez un alma, una vida de la que podemos ser partícipes durante el tiempo que nos dura su lectura, que por cierto, pasa volando y desearíamos que hubiera durado algo más su disfrute. Y finaliza con mucho tiento y un toque vaporoso, evasèe, remarcando más lo que ha contado que lo que deja de contar, dejando que el lector decida entre líneas cuál es el trazado que más le puede interesar en su nuevo traje.
Altamente recomendable, novela
atractiva y muy bien escrita. Y aunque parezca dirigida a mujeres,
y mayoritariamente lo será de hecho, puede ser leída por un muy
variado público, ya que la intriga y la acción atraerán a unos
y a otros, quizás por distintas motivaciones, pero la atención está
garantizada.
Ariodante
Abril 2010
Nacho Pérez
Un libro de 600 páginas ha de poseer algo más que ser un mero pasatiempo, porque si no la lectura acaba desvelando los trucos del escritor para estirar la trama, volviendo a personajes de los que ya habló sin enriquecerlos, simplemente no olvidándolos. "El tiempo entre costuras" es sólida, de fácil asimilación, pero tiene un arranque tan vistoso que eso acaba lastrando la continuación de la novela, que se hace previsible, quizá demasiado lineal en cuanto a su historia de espías. La fábula muere en Marruecos, a partir de ahí lo deslumbrante se vuelve "déja vu", y el deseo de terminar vence a la ilusión por coger el libro. ¿Es un bet-seller con todos sus defectos? ¿Una interesante novela, sin más? Tal vez sí, y tal vez no busque otra cosa que entretenernos. Pero 600… El 600 era un coche pequeñín, muy mono, muy apañado, y nos llevaba a todos los sitios. La narración de María Dueñas se me hizo trolebús, inmenso artefacto pasando por callejuelas estrechas y empinadas. Quizá como la de esa Lisboa impersonal de la segunda parte del libro. De esta forma no puedo ser uno de los millones de fans de la obra, aunque no me arrepienta de su lectura.
Una cosa, si la narradora, que es ella, perfila al final la biografía de ciertos protagonistas del libro y dice que alguno vivió hasta los 102 años, ¿qué ocurre con ella? ¿vive muchos más? ¿110 quizá? Si lo cuenta, es que ha sobrevivido a todos ellos. ¿O no?
Nacho Pérez
Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com
Comentario de los lectores:
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