el sueño de roma

Opinión:

Xulio R. Trigo nos tiene acostumbrados a novelas cortas que no superan las 400 páginas, de lectura fácil y sencilla, y que enganchan al lector desde los primeros párrafos. “El sueño de Roma” es una de sus novelas más típicas: no alcanza los cuatro centenares de folios, se lee con avidez, te engancha desde el principio y su vocabulario, accesible a un abanico muy amplio de público, hará de su lectura un grato entretenimiento.
 
La historia de la ciudad de Tarraco está narrada de una forma muy vívida, parece que estuvieras viendo la Tarragona en la época de la colonización romana. Además, contiene una documentación perfecta. El autor nunca nos dirá más de lo que necesitamos saber para comprender el entorno que rodea su obra y por ello, nunca aburrirá con un exceso de información. Como suele decirse, en el “equilibrio está la virtud” y la virtud de Xulio es encontrar ese punto medio.
 
La novela está escrita para satisfacer a un extenso target de lectores. Para los que no hayan leído nada de este autor gallego que escribe en catalán, deciros que es similar a la lectura de Jorge Molist (espero que ninguno de los dos autores se sientan molestos por la comparación), aunque cada uno cuenta con su propio estilo. Las novelas de Xulio R. Trigo son de una extensión menor que las de Molist y, por ende, también disponen de una menor profundidad argumental.
 
El autor de “El sueño de Roma” va encadenando las piezas de la trama con una pluma firme y sabe cómo armar el puzle del argumento. Su táctica consiste en añadir un elemento nuevo cada vez, para que lector esté siempre bien ubicado en la trama pero, complicando la historia a medida que avanza.
 
Hay un elemento, el punto de vista del autor, que en esta ocasión puede confundir ya que nos encontraremos mezclado el uso de la tercera persona para algunos capítulos y de la primera para otros, todo ello en capítulos alternos. Aunque pueda parecer extraño, en base a la narración está totalmente justificada esa postura. No es algo aleatorio y tampoco es un experimento. Y, aunque extrañe a algunos, es una operación tan bien llevada a cabo que, a excepción de la primera vez que el lector lo detecte, gracias a la sencillez de la narrativa, no se perderá dentro del argumento.
 
Lo que el autor no termina de redondear son los cambios psicológicos en los personajes. Decaen en cuanto su comportamiento varía sin explicación, los cambios de humor son innecesarios o poco creíbles o no resultan acordes con las circunstancias de la narración, como sucede ya desde el principio con Lucius y Lucano. Desde mi perspectiva, esos cambios emocionales son muy rápidos y están poco o nada justificados.
 
Sin embargo, y a pesar de mi párrafo anterior, me gustan los personajes que crea Xulio porque se les siente muy cercanos y muy vivos. En esta novela, destacar al médico, Perthus, que es el hilo conductor de la historia. Perthus es un anciano entrañable que despertará sentimientos de protección en los lectores.
 
Con “El sueño de Roma” Xulio nos vuelva a entretener con una historia sencilla y agradable, bien escrita, que se lee cómodamente y de un tirón.
 
Gemma Nieto