El simple arte de matar. Relatos 1

Opinión:

Se podrían escribir páginas y páginas sobre la aportación de Raymond Chandler al género negro, del que es uno de sus padres y máximos representantes junto a Dashiell Hammett, e incluso Edgar Allan Poe, antes que ellos. No puedo ocultar mi admiración por él y mi absoluto deleite con cada texto suyo que leo. Uno de los rasgos que destacaría en Raymond Chandler precisamente es el contenido del ensayo que da nombre al volumen. Chandler analizó, teorizó, sobre el género, dando luz a las nociones más destacadas de un género que, ya en el siglo XXI, cada vez gana más adeptos gracias al auge de la novela negra nórdica, japonesa, etc., que dotan al conjunto de la literatura noir de muchos matices y grandes obras que demuestran que este género, contrariamente a lo que a veces se dice de él, es una literatura de primera fila y tanta calidad como otros géneros mejor considerados.

Chandler es precisamente uno de los autores que destaca, sobre todo, por su calidad literaria, es una delicia leerle. El largo adiós, El sueño eterno, Adiós, muñeca... Chandler es una apuesta segura para leer lo mejor del género, para leer literatura de la buena, de la que se paladea. Recomendable hasta la saciedad, de ahí que sea un acierto que Debolsillo recopile la obra del escritor estadounidense, a través de nuevas traducciones, en un formato cómodo y asequible para que no haya excusa para no acercarse a él.

Con una vida propia de una de sus novelas, Chandler es un imprescindible, no solo para aquellos que quieren adentrarse en la novela negra, sino para todos los lectores en general. En su ensayo "El simple arte de matar", no solo encontramos un análisis sobre el género negro sino también sobre el ser humano, sobre lo que mueve a sus personajes, al inolvidable detective Phillip Marlowe como persona descreída de un mundo sórdido y doloroso. Inolvidable Bogart al interpretarle en esas películas en blanco y negro, también imprescindibles.

Ana Trillo