El silencio de la ciudad blanca (Trilogía de la ciudad blanca 1)

Opinión:

Selin

El principio de la novela es impactante y enseguida entra en una dinámica intensa y sobrecogedora, aunque empiece la historia por el final, casi anunciando un funesto final para el protagonista, que será quien cuente, a partir de ese momento y en primera persona, todo lo que ha ocurrido hasta dejarle en esa desgraciada situación.

Esta misma opción es la que permite que el conocimiento de lo que haya detrás de los asesinatos vaya apareciendo a cuentagotas, con una tensión creciente, que no desvela más secretos que los mínimos necesarios, a medida que se suceden las muertes mientras corre un calendario totalmente actual, que incluso podríamos pensar que aparecerán dentro de la crónica de sucesos de cualquier informativo.

Aunque la realidad acostumbra a superar a la ficción, me parece que algunos elementos, o su propia ausencia, que también hay de eso, están demasiado elaborados para que encajen en el desarrollo de los acontecimientos, lo que perjudica, por poco que sea, la credibilidad de lo que se está contando.

Hay otra historia que avanza en paralelo a la principal, aunque situada varias décadas atrás, y que también mantiene el misterio a la vez que ofrece alguna pista sobre las motivaciones que podrían estar tras los crímenes rituales de la trama principal.

La complejidad de las situaciones que atraviesan los personajes principales provoca que haya demasiados cabos sueltos, en parte por la implicación que tienen con aspectos fundamentales del caso y también por el mutuo desconocimiento de las verdaderas circunstancias personales de cada uno respecto de los demás, como si fuesen piezas de un puzzle y se resistiesen a encajar entre sí.

"El silencio de la ciudad blanca" constituye una muy buena novela negra y que desarrolla una historia tan intensa como dramática y ofrece una lectura apasionante a las personas aficionadas al género.

Selin

Celsa

Es la primera novela que leo de Eva García Saénz de Urturi, y debo deciros que me ha gustado mucho.

Encuadrable dentro del género negro, la trama gira en torno a un asesino en serie que vuelve a matar pasados veinte años. Es un argumento interesante, enriquecido con elementos mitológicos y tradicionales del medio rural vasco, hilados de un modo ágil y sugestivo.

La historia transcurre en la ciudad de Vitoria, en plenas fiestas de la Virgen Blanca y precisamente uno de los puntos fuertes de la novela es la perfecta recreación de la ciudad y su entorno, las calles del centro histórico, los viejos edificios junto con los más modernos e incluso las esculturas que adornan muchas de sus calles. Una auténtica visita guiada que te hará desear conocer la ciudad de primera mano.

La autora ha utilizado el recurso tan de moda actualmente de la escritura en dos tiempos, combinando la época actual en la que transcurre la trama con hechos ocurridos a finales de los años sesenta y que poco a poco nos irán desvelando las claves del relato.

Una prosa muy correcta, ágil y actual, con un dominio perfecto de los tiempos, sabiendo mantener el suspense hasta el capítulo final, hace de la novela una lectura perfecta para pasar una tarde de entretenimiento.

Y no puedo terminar sin referirme a la inevitable comparación con Dolores Redondo y su aclamada trilogía del Baztán, con la que sin duda tiene muchos puntos en común. Transcurren en lugares cercanos (ésta en Vitoria y aquélla en Navarra), versan sobre un caso de asesinatos en serie y en ambas todos los crímenes están rodeados de un cierto halo de magia (más presente en la de Dolores Redondo) y mitología vasca.

Si os ha gustado la trilogía del Baztán también os gustará ésta.

Celsa