el secreto de los hoffman

Opinión:

Después de leer El secreto de los Hoffman, uno sospecha que le van a caer piedras a Alejandro Palomas. En primer lugar porque tiende a ocurrir que las novelas intimistas que ganan o quedan finalistas de premios literarios comerciales ya cuentan de antemano con la lluvia de prejuicios. Muchos críticos leen estas novelas con la daga en la mano dispuestos a clavarla en cualquier momento.

En segundo lugar porque quizá la mayoría de lectores se llevarán esta novela a casa esperando una obra de misterio, de encrucijadas familiares, de secretos terribles y de agónicos fantasmas del pasado. Pero no es exactamente así. El secreto de los Hoffman es una novela coral, donde los cuatro personajes principales van descubriendo lentamente sus debilidades. Cada uno guarda un secreto dentro de sí mismo que necesita ser liberado. Pero para llevar a cabo este ejercicio, necesitan de la ayuda de los demás; difícil tarea para una familia que está dispuesta a dar ayuda pero no a pedirla.

Afortunadamente, El secreto de los Hoffman engancha al lector por carácter propio (huyendo de premios, distinciones y prejuicios). No es difícil que el lector a mitad de la novela se olvide del título (quizá poco afortunado, pero muy propio de un certamen literario) y se deje llevar por la limpieza de la prosa que señalaba Armas Marcelo. Alejandro Palomas escribe los diálogos como nadie y tiene una estupenda capacidad de hacer las puntualizaciones descriptivas precisas. Es decir, se deja de ornamentos, de filigranas retóricas y pasa a la acción directamente.

Lo que importa son los protagonistas, sus sentimientos, así que qué mejor que dejarles hablar a ellos. De ese modo, el autor cede el discurso completo a sus personajes creando una novela coral, donde todos ellos conforman la esencia del libro, la esencia de los Hoffman.

El secreto de los Hoffman es una novela de pureza narrativa, de personajes bien perfilados y de sentimientos contenidos a punto de desbordarse. Siempre es reconfortante que un premio como el Torrevieja apueste por una novela de este tipo sin que el autor sea uno de los nombres típicos de los corrillos literarios.

Manel Haro