el santo de la madre margarita

Opinión:

Más que una novela, podríamos decir que la obra es una pura recreación histórica de uno de tantos episodios que han vivido los barrios de Barcelona, o de cualquier parte de España, durante la Guerra Civil. Mientras Franco lucha por la caída de Barcelona y otros grupos intentan defenderse como pueden de la invasión fascista, vemos la supervivencia de un grupo de inocentes. Así, los anarquistas son tan asesinos como los fascistas. En el trayecto que dura la furgoneta, vemos a grupos armados del POUM, de la CNT, de la FAI… Cada cual lucha por su causa –quizá sea la misma o quizá no- y entre medio de todos ellos, tenemos a estos personajes que, en realidad, están al margen de cualquier guerra.

Asociar la religión con los fascistas en época del régimen era normal teniendo en cuenta que Franco llegó al poder por la gracia de dios, como tantos dictadores. Pero no todos los curas eran opresores ni todos los que resistieron eran inocentes: había de todo como en todas las guerras. El hecho que se narra en El santo de la madre Margarita está basado en hechos reales, por lo que se ven perfectamente estas divergencias.

Francisco Candel tiene como objeto en su literatura recrear las experiencias personales que vivió cuando era joven en los barrios de la Zona Franca (Barcelona). Ya lo hizo con Han matado a un hombre, han roto un paisaje, Donde la ciudad cambia su nombre o ¡Dios, la que se armó! También ha relatado sus vivencias de posguerra en Primera historia, primera memoria o en este libro, El santo de la madre Margarita.

La literatura de Candel está escrita de forma directa, con la intención de plasmar toda una vida dedicada a la escritura a través de la observación de su entorno. Los barrios de la Zona Franca son un punto clave en su obra, son el símbolo de unas zonas de Barcelona que quedaban alejadas del centro de la ciudad y representan cómo se vivía en las zonas periféricas de la gran ciudad, donde los analfabetos, violentos, pseudoeuroditos, víctimas y curiosos están más en contacto que en cualquier otro lugar: las puertas de las casas estaban siempre abiertas y la convivencia entre vecinos era del todo peculiar. Donde hay roce hay fricción.

La novela es muy interesante precisamente para ver esa ambientación de un barrio de pocos recursos que intenta sobrevivir como puede ante las circunstancias que les van surgiendo. Queda recomendada ésta o cualquier obra de Francisco Candel.