El remitente misterioso y otros relatos inéditos

Opinión:

¿Pensabas que a estas alturas ya no leerías nada nuevo de Macel Proust? Pues te equivocabas. Aquí tienes ocho relatos que no habían visto la luz hasta ahora. Aunque bien habría que decir que, más que ocho cuentos al uso, lo que puedes encontrar en este volumen son ocho esbozos, ocho pruebas, ocho ejercicios de estilo, ocho búsquedas de la mejor manera de contar algunas de las obsesiones y los fantasmas que acosaban al escritor francés desde su juventud.

De hecho, hay muchas constantes que aparecen en estos relatos y que luego se plasmarían, de forma más amplia y perfecta, en sus obras posteriores. Desde la enfermedad, hasta la cercanía de la muerte, pasando por el amor, la fragilidad, la hipersensibilidad o la homosexualidad, en estos esbozos podemos comprobar ya cuánto preocupaban al joven Proust cuestiones como estas. De hecho, los estudiosos del escritor y de estas obras inéditas creen que si no vieron la luz en su momento pudo ser porque el propio autor los autocensurara, porque reflejen pensamientos o reflexiones demasiado íntimas, como podría ocurrir con el deseo homosexual.

Tanto es así, que uno de los aspectos que más me ha interesado (y gustado) de esta compilación es el estudio que se realiza de cada cuento, poniéndolo en relación con algún aspecto de las obras de Proust, sobre todo (claro está), "En busca del tiempo perdido".

Otra de las cuestiones que más me han llamado la atención del libro es el trabajo como escritor que reflejan no solo los cuentos aquí recogidos, sino también los facsímiles de los manuscritos de Proust y las notaciones de los cambios y versiones que el autor realizó de ellos. Gracias a este trabajo de arqueología filológica y literaria, podemos comprobar las correcciones, los cambios de idea, los experimentos, las dudas y las mejoras del autor a la hora de enfrentarse a la historia que quiere contar. Y al contenido, claro.

Y si interesantes son estos ocho relatos en sí y la posibilidad de ver el crecimiento de Proust como autor, no menos atractivos resultan la introducción y el estudio final "A las fuentes de En busca del tiempo perdido" de Luc Fraisse y el prólogo de Alan Pauls, quien también traduce la obra. Ambos textos nos ofrecen un acercamiento certero tanto a la obra del creador de "En busca del tiempo perdido" como a su relación con los cuentos que aquí se presentan. De alguna manera, estos complementos nos llevan de la mano y nos permiten profundizar más en estos textos, pero, también, en el conjunto de la obra Proust.

Lidia Casado