El Reino del Norte

Opinión:

Estamos ante la segunda novela que José Javier Esparza integra en su ciclo dedicado a la Reconquista. Aunque su lectura se puede realizar de forma independiente con respecto al primer libro de la serie, "El caballero del Jabalí Blanco", sí es necesaria su lectura antes de introducirse en el tercer volumen de la saga, ya que la mayor parte de los personajes continúan y muchos de los hechos posteriores están relacionados con lo que aquí sucede.

La historia con la que aquí se encuentra el lector se puede dividir en tres líneas argumentales, con sus consiguientes subtramas, que transcurren de forma paralela pero que están altamente relacionadas, ya que juntas conforman la historia de la península en el siglo IX. Una historia de la que no se conoce mucho, pero que gracias a la gran labor de documentación y estudio por parte del autor y a la coherencia utilizada para suplir las lagunas existentes logra reconstruir de forma verídica y real, llevando al lector hasta la época y los hechos que de una forma u otra han contribuido a nuestro presente.

Por un lado está la historia de Ramiro Bermúdez y del caballero Hernán de Mena. Esta parte comienza con la muerte de Alfonso II, sin heredero legítimo al trono. Antes de su muerte designa como sucesor a Ramiro, un noble, hijo de un rey anterior que vive en Galicia. Hernán de Mena deberá traer a Ramiro a Oviedo para coronarle. Ante esta situación Ramiro decide buscar esposa y escoge para ello a Paterna.

Una segunda trama está relacionada con Nepociano y sus planes para enfrentarse a Ramiro y conseguir el trono que le fue negado. Nepociano es un personaje ducho en traiciones e intrigas y estará dispuesto a todo para apoderarse del reino. Para ello no dudará en pedir ayuda a Abderramán II.

Estas dos tramas culminarán en la batalla de Cornellana en la que se enfrentan los seguidores de Ramiro frente a los partidarios de Nepociano.

La tercera trama está centrada en el emirato de Córdoba, donde Abderramán, en colaboración con su hijo Mohamed, tiene sus propios planes para recuperar parte del territorio perdido y hacer caer su peso sobre los cristianos. Por otro lado, a espaldas de Abderramán, Tarub, su favorita, intriga para arrebatarle los privilegios que el emir había concedido a Mohamed en favor de su hijo Abdalá.

Estas tramas se alternan a lo largo de los diferentes capítulos, pasando de una otra de forma que la lectura se hace más amena e interesante, ya que induce al lector a seguir leyendo para saber qué ocurre en los distintos escenarios que se plantean; lo que hace que el ritmo sea ágil y dinámico. Tal vez empiece a decaer un poco después de la batalla de Cornellana, donde se decide el futuro del reino, pues parece que, al margen de las distintas intrigas que tienen lugar alrededor de los tres bandos, la historia parece destinada a confluir en ella como punto de partida para un nuevo inicio.

Además de las intensas relaciones que se suscitaban entre los distintos personajes relacionados con las altas esferas de la corte, el autor también nos permitede acceder a la estructura de la sociedad en aquella época, a sus usos y costumbres, porque aunque la vida de todos los ciudadanos estaba regida por reyes, nobles y caballeros, no hay duda de que la plebe también tuvo su aportación a los grandes hechos de la historia, algo que de forma soslayada Esparza nos deja entrever. Así el lector podrá intuir la opulencia de los nobles, el gran poder del clero y como tenía que subsistir la mayoría de la población.

El libro se completa con una nota historiográfica del autor en la que establece una cronología de los hechos ocurridos entre el 711 y el 842, un árbol genealógico y cronológico de los reyes de Asturias y un supuesto mapa de la batalla de Cornellana.

Una novela en la que se combina historia, romance, una gran batalla, intrigas, venganza, ambición conseguirá atrapar a los lectores que se acerquen a ella y que seguro querrán saber más sobre nuestra propia historia.

Mila L. Castelo