El rapto de la Bella Durmiente. Saga Bella Durmiente 1

Opinión:

Anne Rice publicó en 1983, bajo el seudónimo de A. N. Roquelaure (aunque en la portada de la editorial indique Anne Rampling, que correspondería a otros libros también suyos), "El rapto de la Bella Durmiente", donde explora situaciones extremas de la sexualidad en un escenario de fantasía, que ese es el aspecto que lo permite, pues en uno real, transgrediría, más que las normas sociales, las leyes.

Aun siendo una fantasía erótica, la novela se publicó en una época mucho más permisiva que la actual, antes de que una ley aprobada en Estados Unidos marcase los límites y condiciones para los contenidos sexuales explícitos mostrados a través de cualquier medio que hubiesen sido producidos a partir de 1995 y cuyos efectos se extendieron fuera de sus fronteras dada la importancia del mercado americano.

Ese cambio también afectó a la literatura erótica, en particular a los desarrollos fetichistas, como sería el bdsm, que muchas veces bordeaba las fronteras legales, si no es que las traspasaba directamente.

Volviendo a la novela en sí, una queja común sobre "El rapto de la Bella Durmiente" es la abundancia de los azotes en diferentes modalidades y escenarios. No obstante, lo cierto es que la reiteración es la base de esa especialidad y por más que sea contundente en muchas ocasiones, a lo largo de la historia la autora insiste una y otra vez en los límites que se deberán observar y que evitarán cualquier daño permanente.

En cambio, sobre lo que no se dice nada es sobre la procedencia principesca de tantos esclavos y esclavas, tal vez por cierta aversión contra la nobleza en general. Claro que para conseguir tal cantidad como se observa en sus páginas, toda Europa, que es allí donde se desarrolla la acción, debería estar repartida en una infinidad de reinos, al estilo de las Taifas que hubo en España, incluso en tamaño más reducido.

Entre azote y azote, se intercalan las historias y las experiencias personales con la sumisión de algunos personajes, mostrando las diferencias con que enfrentan su situación, que para unos ya es suficiente, mientras que para otros le falta realidad, ya que todo está muy teatralizado en los dominios de la reina Eleanor.

"El rapto de la Bella Durmiente" abre la saga con fuerte ímpetu, proporcionando una lectura intensa, sobre todo a las personas interesadas en las variantes fetichistas de la literatura erótica.

Selin