El preocupasaurio

Opinión:

Rachel Bright formada en Gráficos en la Universidad de Kingston y con un Máster en Grabado en UWE, posee una colección de libros ilustrados, que se encuentra en constante crecimiento, y ha resultado ganadora de múltiples premios.

Por su parte, Chris Chatterton comenzó su carrera en diseño gráfico y animación, trabajando en una variedad de proyectos, incluidos Dr Who y The Dumping Ground de CBBC. La pasión de Chris por la ilustración lo llevó a seguir una carrera como artista independiente trabajando en varios libros para niños. Originario del condado de Durham en el Reino Unido, Chris ahora vive y trabaja en Barcelona, España.

"El preocupasaurio" es un álbum ilustrado infantil perteneciente a la nueva colección de Rachel Bright en donde la figura principal y protagonista de la historia se corresponde con uno de los personajes que más pasión, admiración y curiosidad despierta en los niños de las primeras etapas; el dinosaurio.

A partir de un pequeño dinosaurio que se convierte rápidamente en intrépido amigo del lector el pequeño va a descubrir una de las emociones más complejas de entender para su edad como es la preocupación.

Con un texto de frases cortas, vocabulario sencillo, ideas directas y una letra mecanizada, que a día de hoy se ha vuelto en el ámbito educativo muy recomendada para su mejor adaptativo al medio, el cuento nos narra las preocupaciones que nos pueden surgir en el día a día ante el encuentro con una realidad incierta que se abre paso en nuestro inminente futuro.

La historia representa con exactitud las inquietudes de los más pequeños y se gana su favor al describir rutinas de aseo y alimentación con las que no solo se ejemplifica y transmite hábitos saludables, sino que ayuda a sentirse identificado con sus tareas diarias.

Es maravillosa la forma en que la autora transmite la información. Constantemente hace uso de comparaciones, notas poéticas y rimas, que buscan que el niño se sienta admirado y desee acercarse más a la palabra escrita ya que se sienten atraídos por su sonoridad.

Del mismo modo, es ideal para primeros lectores, pues el formato con el que está escrito combina palabras destacadas en mayúsculas y negrita con el resto del texto impreso.

El color juega un importante papel a lo largo de la historia, ya que expresará las emociones que el preocupausario esté sintiendo en ese momento. Asimismo, tanto los tonos como los colores varían desde los más oscuros y tristes a otros más vivos, alegres y brillantes, pudiendo identificar los estados de ánimo y emociones con colores, e incluso con otro tipo de objetos. Las mariposas, por ejemplo, son introducidas como concepto que representa sensaciones como nervios, desconcierto o estrés. Esta metáfora promueve la reflexión y el diálogo con los niños para que ellos mismos sepan identificar sus emociones.

La pluma de la autora es dulce y produce efecto arrullador, tales características aunadas a unas tiernas imágenes de tonos pastel, ambientes muy naturales, bucólicos y coloridos hacen que abrir el libro sea toda una delicia.

La temática sobre la que gira la historia es el miedo en diferentes vertientes; miedo a lo desconocido, a lo inesperado o a la incertidumbre que nos ocasiona la vida diaria, así como la forma que tiene de paralizarnos.

Al final de la historia queda un tranquilizador mensaje en donde se invita al lector a perder el miedo enfrentándose a lo desconocido, sin preocuparse en exceso por lo pueda devenir y a aprender a convivir con este sentimiento sin permitir que nos paralice o nos impida realizar actividades que deseamos.

A su vez, de forma subyacente, fomenta el desarrollo de la autoestima, el valor, la fortaleza interna, la superación, la familia y el amor.

Personalmente me ha parecido una historia maravillosa, muy didáctica y lúdica que trabaja las emociones y la forma de tratarlas dirigida y adaptada a los pequeños. También me parece muy apropiado como recurso educativo no solo por sus increíbles y simpáticas imágenes o su motivador personaje, sino por todas las opciones que ofrece para trabajar tanto en familia como en el aula.

La edad ideal a la que yo recomendaría este libro es entre los 3 y los 7 años, pues tanto su mensaje como su profundidad son completamente adaptables y explotados en función de las habilidades del educador.

Sin duda alguna el trabajo emocional es imperante en las primeras etapas de la vida, no solo para ayudar a los pequeños a conocerse y entenderse, sino también para ayudarlos a saber expresarse y gestionar sus emociones.

Por este motivo considero que "El preocupasaurio" es un cuento ideal, para leer o ser leído, ya que les permite identificar y representar sus preocupaciones a través de un aprendizaje dirigido y motivador.

Marisa Costa