El Portal de los Obeliscos (Trilogía de la Tierra Fragmentada 2)

Opinión:

N. K. Jemisin acaba de hacer historia en la literatura de género al alzarse por tercer año consecutivo con el Premio Hugo a la mejor novela con The Stone Sky. Antes lo hizo con La Quinta Estación y con el protagonista de esta reseña, El Portal de los Obeliscos. Los tres títulos conforman la espectacular Trilogía de la Tierra Fragmentada que le han otorgado un merecidísimo reconocimiento de público, crítica y compañeros a esta escritora norteamericana sin pelos en la lengua.

"El Portal de los Obeliscos" comienza minutos después de la escena final de "La Quinta Estación", una decisión que nos obliga a ser nosotros los que hagamos memoria de lo que ocurrió en el anterior libro. Y esa simple elección es una declaración de intenciones tan potente como la dedicatoria del libro. Porque implica que la autora no nos va a poner las cosas fáciles, no nos va a dar las lecciones, las dobles lecturas o los contextos masticaditos y desmenuzados. no, la lectura de "El Portal de los Obeliscos" (como ya la de La Quinta Estación) requieren que trabajemos nosotros también, y eso a pesar de que en esta ocasión prácticamente seguiremos una única línea temporal y habrá menos despistes con los narradores. Que miremos más allá de las palabras y escuchemos lo que no está escrito, pero sí patente, en cada frase. Porque podríamos quedarnos con que esta es una novela de aventuras, segunda parte de una trilogía sobre el fin del mundo en el que dos bandos luchan para conseguir sus propios objetivos. Pero, como todo en la literatura de N. K. Jemisin, hay mucho más detrás. 

Esta novela habla, de nuevo, del deseo de encajar, de las difíciles relaciones entre padres e hijos, de las enseñanzas que se pasan unos a otros, queriendo o sin querer, y cómo eso nos marca mucho más de lo que quisiéramos admitir. Habla del abandono y las relaciones de dependencia, del rechazo, del difícil camino hacia la aceptación de lo que realmente somos y de la incapacidad de proteger a los que queremos.

Con un ritmo endiablado, un trabajo ímprovo en la construcción del mundo y unos personajes inolvidables, N. K. Jemisin ha vuelto a firmar una novela magistral que merece ser devorada. Y que hace la espera de la traducción del tercer título de la saga demasiado larga...

María Martín