el poder y la gloria

Opinión:

Y es que el cura se martiriza, casi de forma masoquista, con su pasado y su presente, pues es alcohólico, tiene una hija fruto de una noche de borrachera (una hija a la que no puede evitar querer más que al resto del mundo), y los pilares de su fe nos parecen a veces más débiles que los de un San Manuel Bueno borracho. Aunque este cura no se cree mátir. Vamos, que nada que ver con los curas de José María Gironella, y que uno entiende el recelo con el que miraba la Iglesia al "católico" Greene (él siempre huyó de su calificación de católico y se consideraba un escritor al que le ocurría ser católico).

Porque Greene no nos presenta a este cura ni siquiera como un personaje simpático: su doctrina social es retrógrada, cobra 2 pesos por bautismo (que se gasta en aguardiente), y nos presenta sin velos sus actos de cobardía como tales. Por otro lado, al describirnos la figura del teniente que persigue al cura obsesionado con su muerte, sí que nos describe a un personaje que cree en la justicia social, idealista y poco corrupto.

En fin, ¿no os suena esto a planteamiento de una novela anticlerical más que de la historia escrita por un católico converso como fue Greene? Pues no, y de ahí la grandeza de este libro que es su alejamiento del maniqueísmo y su acomodo en la ambigüedad: pese a ese planteamiento, el personaje del cura evoluciona ante el lector, hasta el punto de sentir mucha lástima por él (las narraciones de sus penurias son excelentes, muy duras), no sólo por la persecución que sufre, sino porque realmente el cura no es tan mal hombre como él mismo se considera, lógicamente lleno de prejuicios que el lector puede ir desactivando (aunque él no).

Con respecto al teniente, Greene debe pensar que el lector ha de ser muy burro para no darse cuenta de que por muy idealista que uno sea, ningún tipo de poder (ni revolucionario ni historias) puede justificar el asesinato y la persecución de la libertad. Por eso, no carga las tintas denunciando el contexto: se ve que la represión anticlerical en el Méjico de aquellos años da para varios guernicas, y eso era conocido por Greene de primera mano. Pero para eso están los libros de historia: El poder y la gloria es un libro intimista. Y complejo, claro. Un gran libro.