El pequeño libro rojo del activista en la red

Opinión:

El concepto de "libro rojo", aparte de indicar el color de la tapa, tenía hasta hace poco un ámbito casi exclusivamente institucional. Además, el significado propio de advertencia asociado a ese color da la idea de peligro y de la necesidad de preservar su objeto de estudio mediante unos procedimientos.

Y en sí, de eso va "El pequeño libro rojo del activista en la red". Si por una parte advierte de los peligros que acosan a quienes se destacan en sus acciones por ser diferentes o criticar las estructuras de poder, por otra aporta una serie de procedimientos para implementar algunas salvaguardas y mantenerse escondido.

En línea con ese propósito de ocultación, la versión impresa no tiene índice y también parece dividirse en dos partes sin más señal que una página casi en blanco. El lector tendrá que aventurarse, en ambas versiones, digital e impresa, para descubrir sus secretos, que se basan, principalmente, en métodos criptográficos al utilizar las diferentes herramientas informáticas y de la red, que, sin que pretenda ser exhaustivo, comprenderían archivo de ficheros, correo, navegación, utilización de móviles y sistema operativo del ordenador.

No obstante, que nadie piense que si sigue esos consejos estará totalmente protegido. Hagas lo que hagas, eso no existe. Podrás disminuir el riesgo, pero no eliminarlo. Menos aún si destacas por tomar precauciones. ¿Que cómo es eso? Una comparación sencilla puede servir para ilustrarlo: si escondes una aguja en un pajar, te puedes pinchar, es un elemento extraño. En la red, si haces algo diferente, también eres extraño.

Si acaso no dejases rastro, vale, pero eso es difícil y la comunicación cifrada no se esconde, sino que basa su seguridad en que resulta difícil o muy difícil descifrarla, tal como asevera sobre la criptografía de clave pública. ¿O no? A fin de cuentas, tanto encriptar como desencriptar es transformar. Si transformamos un texto mediante una clave criptográfica, volver al original es una nueva transformación con otra clave, nada más. Y si tenemos el origen y el destino, podríamos descubrir el camino intermedio con más facilidad que recurrir al ataque de fuerza bruta.

¿Que hay formas de actuar con el máximo incógnito? Seguro, hay alguna, pero nunca tendrás la certeza de que aquellos de quienes te ocultes no hayan pensado lo mismo y, por si acaso, no seré yo quien levante la liebre.

De todas formas, "El pequeño libro rojo del activista en la red" ofrece una información muy interesante y el desarrollo de los procedimientos está bien explicado, además de incluir los principales sistemas operativos cuando procede, por lo que no vendrá de más una lectura atenta, que luego ya será cosa de cada cuál decidir según su propia conveniencia.

Selin