El peor viaje del mundo
Título: El peor viaje del mundo
Título Original: (The Worst Journey in the World)
Autor: Apsley Cherry-Garrard
Editorial:
Ediciones B
Colección: Biblioteca Grandes Viajeros
Copyright:
© Sipan Barcelona Nerwork, S. L., 2017
Traducción: Daniel Aguirre OteizaIlustraciones: B/N
Edición: 1ª Edición: Septiembre 2017
ISBN: 9788466662345
Tapa: Blanda
Etiquetas: aventuras basada en hechos reales conquistadores exploradores expediciones libro de viajes libros ilustrados literatura inglesa viajes Antártida aislamiento Roald Amundsen polo Sur hielo frío Robert Falcon Scott conquista del Polo Sur
Nº de páginas: 905
Argumento:
El joven Apsley Cherry-Garrard fue uno de los miembros de la expedición de Scott a la Antártida (1911-1913) con dos propósitos determinados: Conquistar el Polo Sur y hacer estudios científicos de diversa índole.
El viaje, no obstante, estuvo marcado por el infortunio: el explorador noruego Amundsen llegó primero al Polo y Scott falleció tras el intento.
"El peor viaje del mundo" es el relato que escribió Cherry-Garrard años después basándose en los diarios de Scott y de su propia experiencia durante la aventura.
El libro incluye una introducción del autor, prólogo de George Seaver, anotaciones sobre el manuscrito en cuestión, otra introducción de Paul Theroux y glosario. También aparecen cuatro ilustraciones, mapas en este caso, repartidos entre las páginas de la obra.
Opinión:
"La exploración polar es la forma más radical y al mismo tiempo más solitaria de pasarlo mal que se ha concebido", escribió Apsley Cherry-Garrard a su regreso a Inglaterra tras tres años de expedición antártica.
A principios del siglo XX el Polo Sur todavía permanecía virgen. Llegar a él y ser el primero en conquistarlo se convirtió en un atractivo aliciente para los exploradores más intrépidos. Pero no solo el Polo meridional era un incentivo, también lo era la inspección y estudio de la Antártida, una gran desconocida. Interesaba descubrir, cartografiar y, por supuesto, observar a las especies que vivían allí, la forma de reproducirse, sus costumbres, cómo sobrevivían entre los hielos, encontrar sus criaderos...; en general, importaba aportar a la Ciencia todo tipo de conocimientos nuevos.
Para un joven veinteañero, formar parte de la expedición británica capitaneada por Scott y tener la labor científica de estudiar al desconocido pingüino Imperial, localizar los criaderos, observar las diferencias con los pingüinos Adelaida, hacerse con algunos ejemplares y huevos o recoger diferentes muestras de plancton en diversos puntos del viaje, fue una opción que no se la pensó dos veces. A bordo del Terra Nova (un navío que podía navegar a vela y vapor) y luego instalado entre los hielos de la Antártida, Apsley Cherry-Garrard vivió tres años de aventura que es lo que nos explica en "El peor viaje del mundo".
Es muy ilustrativo leer que el Terra Nova hacía agua y de qué forma se achicaba a diario en mitad del océano, o los métodos para sortear tempestades, romper las barreras de hielo y construir pequeños asentamientos en el continente, cabañas instaladas en zonas clave provistas de víveres y enseres. Se trataba de refugios, en definitiva, desde los que iniciar diversas exploraciones en medio de un lugar tan inhóspito que debían proveerse haciendo repetidos viajes al barco mediante trineos tirados por ponis o perros.
Me ha sorprendido leer que el barco lo dejaron atrapado varias
veces entre los hielos, esperando la llegada del buen tiempo, y que
no se despedazara; y también me ha llamado la atención cómo
transportaron en el navío a esos ponis y perros destinados todos
ellos a tirar de trineos, o las jornadas de trabajo intenso y
agotador que, tanto a bordo como en las cabañas, comenzaban de
madrugada.
Esta es una historia real, narrada por uno de los protagonistas y que contiene escritos del fallecido Scott, muerto cuando tras llegar al Polo Sur después de Amundsen inició el viaje de regreso hacia uno de los asentamientos, con tan mala fortuna que él y sus hombres sucumbieron relativamente cerca de su destino sin poder llegar a él. Fue el autor uno de los exploradores que rescató los cuerpos y esa circunstancia lo marcó especialmente.
Si hay algo que vale la pena destacar es la prosa de Cherry-Garrard. Ese joven aventurero ha narrado todo tipo de anécdotas, detalles curiosos y hasta pensamientos y estados de ánimo, tan cambiantes como las condiciones del momento: La alegría de un nuevo hallazgo, la frustración ante pérdida de muestras, el coraje, la capacidad de sobreponerse y también el miedo demoledor, el goce de una comida sabrosa o el frío tan intenso que hizo que más de un explorador pensase en la muerte como una bendición. Más allá de los datos técnicos y descubrimientos científicos de semejante experiencia, el autor atrapa con una prosa rica, cercana, intimista y repleta de giros.
Si "El peor viaje del mundo" fuera una novela de ficción, Cherry-Garrard sería hoy uno de los escritores más importantes del género. Quiso ampliar con su experiencia los diarios de Scott, mucho más escuetos y técnicos. De hecho, esos diarios forman parte del texto y podemos irlos leyendo porque están totalmente integrados. Lo que sí obtenemos es una ampliación del autor que convierte una narración técnico-científica-real en una apasionante historia.
No me cabe duda de que esta obra es de especial importancia por lo que cuenta y cómo lo hace. Será un lujazo para los historiadores, especialmente los interesados en los descubrimientos de la humanidad. Y los lectores aficionados a las aventuras aquí tienen una real, trepidante, escrita de forma muy atractiva y, por encima de todo, bastante curiosa y enriquecedora.
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Comentario de los lectores:
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