El pasajero 23

Opinión:

"El pasajero 23" es un gran thriller que sumerge al lector en la historia desde la primera página, creando una nueva duda con cada respuesta dada. Los personajes, muy verosímiles e incluso cercanos a pesar de no ser el tipo de personas que encuentras todos los días por la calle, guían al lector a través de la trama con sus propios cambios de pensamiento y su forma de actuar ante cada situación. A lo largo del libro, el misterio toma tantas formas y da tantos giros que hasta el final te hace pensar y tratar de resolverlo, convirtiéndote en el mismo Martin.

Desde el comienzo, el libro plantea más de una pregunta, enganchando al lector para descubrir su respuesta, que en muchos casos abre una nueva incógnita, muchas veces relacionada con otro misterio más. Gracias a esto, poco a poco todo va cobrando sentido, y el lector va descubriéndolo al mismo tiempo que los personajes, pero los giros de tuerca mantienen la intriga hasta el último momento, creando un final en el que todo se junta y el lector sigue yendo a la par con los personajes.

Estos personajes se relacionan entre ellos y el lugar en el que están y con los eventos que ocurren de forma tan natural, que al acabar el libro sientes que en cualquier momento puedes llamarles para charlar un rato, como harías con tus compañeros de verdad. A pesar de ser personas con las que uno no tiene trato normalmente (un psicólogo de la policía deprimido, una excéntrica anciana que especula más que habla, una niña pequeña completamente traumatizada; entre otros), son tan verosímiles que le aportan un gran sentido de realismo y cercanía a todos los misterios que ocurren a bordo del crucero.

Aunque hay un pequeño aspecto en el final que al principio parece un poco forzado y repentino, este libro se caracteriza por la intriga que mantiene hasta el final y el cercano vínculo que el lector puede crear con los personajes y la historia; cada pregunta, cada respuesta, cada evento y cada personaje están relacionados entre sí, de forma tal que se relacionan también con el propio lector, convirtiéndole en un protagonista más y haciéndole vivir las mismas experiencias sin tener que embarcarse en el Sultan of the Seas.

Gabriela Pedraza Gómez