el ojo del gólem (bartimeo 2)

Opinión:

Si El amuleto de Samarkanda era la historia de cómo nace una amistad y un viaje de descubrimiento, El ojo del Gólem da un paso más y se introduce en una historia que, aunque toma hilos del tapiz tejido en el primer volumen, madura, avanza y se introduce en un nuevo nivel, creciendo al mismo ritmo que su protagonista humano y, sobre todo, sus lectores.
 
En esta nueva aventura no faltan el humor de Bartimeo ni la personalidad, a ratos ridículos y a ratos entrañable, de Nathaniel, pero esta vez los sucesos les superan y se ven envueltos en situaciones que son más grandes que ellos. Dividida en dos partes muy diferenciadas, la investigación de los ataques en Londres llevados a cabo por una extraña criatura se sitúan en el mismo nivel de aventuras que el desenmascaramiento de la conspiración de Lovelace, aunque esta vez con pinceladas más adultas, pues los peligros a los que se enfrenta Nathaniel son, esta vez, más “adultos”.
 
Sin embargo, lo que coloca a El ojo del Gólem en otro nivel es precisamente la parte que no tiene al hechicero y al genio como protagonistas, y donde descubrimos a la verdadera heroína de la saga, Kitty, una joven normal dispuesta a arriesgarlo todo para conseguir una vida mejor para los no hechiceros. Es su lucha, contra el Gobierno y contra sus compañeros y su moral, lo que realmente hacen de este libro una joya, al poner a los lectores en la tesitura de tener que contestar preguntas realmente incómodas: ¿hasta dónde estarías dispuesto a llegar para luchar contra la injusticia? ¿Es la violencia un método aceptable para hacerlo? ¿Qué diferencia a un tirano de un rebelde? ¿Cuándo lo que siempre has creído que está mal se convierte en algo bueno?
 
El acierto de Stroud, en esta ocasión, es el de introducir una nueva trama más adulta que se entrelaza perfectamente con la más aventurera y tradicional. Sin duda, una buena segunda parte de una saga que parece encaminada a terminar con un efectivo espectáculo de fuegos artificiales.
 
María Martín