Anika entre libros

El niño que no sabía jugar al fútbol

Ficha realizada por: Vane Gómez
El niño que no sabía jugar al fútbol

Título: El niño que no sabía jugar al fútbol
Título Original: (El niño que no sabía jugar al fútbol, 2014)
Autores: Ernesto Rodríguez Abad, Víctor Jaubert
Editorial: SM
Colección: Serie azul,El Barco de Vapor


Copyright:

© del texto: Ernesto Rodríguez Abad, 2014
© de las ilustraciones: Víctor Jaubert, 2014
© Ediciones SM, 2017

Ilustraciones: Color
Edición: Edición: Septiembre 2022
ISBN: 9788467585186
Tapa: Blanda
Etiquetas: familia amistad crítica social poesía fútbol libros ilustrados literatura española realismo 7 años 8 años 9 años literatura infantil colegio emociones imaginación integración social autoestima abuelos y abuelas libertad relaciones familiares trabajo en equipo deportes tolerancia respeto diversidad
Nº de páginas: 69

Argumento:

A Rodolfo no le gusta el fútbol, lo cual parece un problema, ya que tanto en el colegio como en casa solo escucha cosas relacionadas con el fútbol.

A Rodolfo le gustan otras cosas, pero nadie parece darse cuenta.

 

Opinión:

 

"El niño que no sabía jugar al fútbol" es un cuento infantil escrito por Ernesto Rodríguez Abad e ilustrado por Víctor Jaubert.

Pertenece a la colección "El Barco de Vapor", de SM, dentro de su Serie Azul, ideada para niños de 7 años en adelante. Su formato, de un tamaño muy similar de tamaño a un libro de bolsillo, resulta muy cómodo para que los niños lo puedan manejar y leer solos.

Las ilustraciones por parte de Víctor Jaubert son muy divertidas e infantiles. Además, cada página del libro es de color marrón por lo que el texto, en vez del típico negro, es blanco. De esta manera, también el autor ha podido jugar con los delineados de las ilustraciones, algunas en blanco correspondientes a edificios u objetos, y otras en negro para los personajes, logrando que los colores creen mayor contraste entre sí. Llaman especialmente la atención los rostros de las personas, al ser completamente blancos y con unas expresiones muy caricaturescas. Los trazos tienen un aspecto un tanto infantil y el conjunto queda una ilustración muy original que logrará llamar la atención de los más pequeños.

Por su parte, Ernesto Rodríguez Abad nos presenta una tierna y divertida historia que, desde mi punto de vista, deberían de leer también los padres.

"El niño que no sabía jugar al fútbol" contiene una pequeña crítica social sobre la inclusión, tanto en el ambiente familiar como escolar.

Ernesto Rodríguez Abad, de una manera muy amena, jugando con la tristeza y el humor, explica muy bien cómo se siente Rodolfo. A él no le gusta el fútbol, prefiere dibujar o jugar con las palabras para escribir pequeños versos, lo cual, además, no se le da nada mal. Pero día tras día va con miedo al colegio por la reacción de sus profesores y compañeros: le obligan a jugar, le critican por no saber chutar y le acaban mandando al banquillo. Pero en casa las cosas no son muy diferentes, ya que sus padres no se dan cuenta de su situación, de su tristeza ni de su talento para otras actividades. A pesar de no gustarle el fútbol, por su cumpleaños le regalan solo cosas relacionadas con ello y le obligan a jugar con sus compañeros.

Por un lado, "El niño que no sabía jugar al fútbol" enseñará a los niños que no tienen que hacer lo que digan los demás, tienen que ser valientes y explicar lo que les gusta, no darles miedo a decirlo ni a contradecir a los demás. Cada persona es diferente y como se suele decir, "para gustos los colores". Hay que respetar a los demás niños que no les guste lo mismo y no reírse de ellos si no se les da bien. Aunque pueda parecer que estamos solos, como le ocurre a Rodolfo, seguro que, si hablamos y buscamos encontramos también a otros niños que les guste lo mismo que a nosotros. Interesarse por lo que le gusta a otra persona es también un símbolo de respeto y amistad. Además, tienen que hablar con sus padres y tener plena confianza para evitar ese tipo de situaciones. Que a los padres les guste una cosa y a Rodolfo otra, no quiere decir que no puedan pasar tiempo juntos, ¡incluso viendo un partido de fútbol!, ya que Rodolfo encuentra la manera de divertirse de igual manera una vez que se ha sincerado.

El autor también le da valor a la relación de los niños con los abuelos, la importancia de que pasen tiempo juntos, les escuchen y aprecien las historias que cuentan sobre su vida. Un día los abuelos no estarán y solo quedan los recuerdos, los cuales no hay que perder.

Respecto a la parte de los padres y adultos, el autor refleja muy bien la situación de muchas familias: se proyecta en los hijos lo mismo que les gusta a los padres y se les obliga a ello. Es un mundo en el que cada vez todo va más rápido y se es esclavo del tiempo, hay que pararse a mirar y a conocer a nuestros hijos. No hay que escudarse en el "yo quiero que mi hijo", sino preguntarse "qué quiere mi hijo, qué le gusta a mi hijo". Para de esa manera apoyarlos en lo que les gusta y valorar el resto de cualidades que tienen.

En resumen, "El niño que no sabía jugar al fútbol" es un cuento divertido con el que aprenderán tanto los niños como los padres y que ayudará a que la relación entre ellos pueda crecer.

 

Vane Gómez

 

 

 

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