El mundo contra el hombre

Opinión:

Este es un libro que me ha parecido fallido, porque habla de demasiadas cosas a la vez sin profundizar en ninguna, pese a que su autor pretende haberse dotado de una coherencia general que justifique sus ideas, lo que por desgracia no se observa en tan extenso texto. Su tesis básica, el mundo actual está conjurado contra el hombre, no obsta para que su autor se remonte al pasado, vuelva al presente y débilmente apunte a un futuro de felicidad si se opta por una meditación inspirada en el budismo.

En ese tortuoso camino reflexivo, el autor habla de asuntos tan variados y dispersos como el pasado de las Américas, el "pastel" colonial africano, los conflictos de Oriente Medio, la caída de Hitler, el surgimiento del Estado del bienestar, el consumismo y su efecto alienador en el ser humano, las corporaciones empresariales afectadas por una psicopatía definida por comportamientos como la falsedad y la falta de empatía, el marketing asociado al consumismo, la cultura del miedo, el hombre vacío, la infelicidad actual de los seres humanos, los alevosos efectos del individualismo, la "nueva" ciencia, los hippies, los sindicatos y los principales partidos españoles como instituciones arcaicas e interesadas, los movimientos anti-desahucios, la banca española, el conservadurismo liberal de los socialistas españoles, el 15-M, la primavera árabe, la ideología subliminal que yace en la producción cultural de Hollywood, las personas como seres divinos repletos de luz, consejos de autoayuda espiritual para la vida cotidiana, el papel del aburrimiento en nuestras decisiones, psicología social, "vivir hacia dentro", el hombre como ser espiritual, las "eco-aldeas" como alternativa urbana, la actual forma de vida sometida a un "Estado totalitario global", los habitantes de un planeta mediados negativamente por inventos como internet o whastapp, y además todo esto salpimentado con personajes tan famosos como Aznar, Felipe González, Julio Anguita, Ada Colau, Pablo Iglesias, Nixon, Roosevelt, Clinton, Blair, Churchill, Thatcher o Reagan, entre otros muchos.

El autor sostiene que Dios está en nosotros, y nosotros somos Dios, lo que le anima a defender la idea de que si esa convicción se generaliza se podrá hacer "desaparecer" el actual sistema que oprime a la humanidad. Por desgracia esas afirmaciones no encuentran en el libro argumentos que las avalen, pese a tan prolija introducción de hechos históricos, económicos y culturales para tan original reflexión.

Además, según se sostiene en el libro, el gran secreto de la vida reside en la "sacralización" del momento presente, en "dar a cada actividad que realizamos la máxima importancia y atención posible, sea la que sea, poniendo toda nuestra energía en la misma, incluso aunque ésta sea algo tan banal como orinar", dándonos cuenta de que "el verdadero camino viene de la no aceptación del sistema"…, a lo que ayuda la meditación budista como un remedio para ese mundo contra el hombre, una solución contra esa opresión económica y esa alienación cultural que domina a todos los seres del planeta.

Un total de 447 páginas con demasiadas ideas amontonadas en un solo libro, para un final con unas conclusiones finales paradójicamente escasamente justificadas con los variados y dispersos argumentos que se van exponiendo en toda la obra, que reflejan una respetable sensibilidad del autor con los problemas contemporáneos del ser humano, pero que casa de manera deficiente con un texto plagado de momentos históricos, diagnósticos socioculturales y económicos, inclinaciones religiosas, propuestas alternativas y recomendaciones de autoayuda para gestionar con felicidad la vida cotidiana.

Jorge Riet