El marino que perdió la gracia del mar
Título: El marino que perdió la gracia del mar
Título Original: (Gogo No Eiko, 1963)
Autor: Yukio Mishima
Editorial:
Alianza
Colección: Bibliotecas de autor
Copyright:
© 1963, The Heirs of Yukio Mishima
© 2003, Jesús Zulaika Goikoetxea (de la traducción)
© 2003, 2020, Alianza Editorial
Traducción: Jesús Zulaika GoikoetxeaEdición: 1ª Edición: Junio 2020
ISBN: 9788491819820
Tapa: Dura
Etiquetas: familia amor drama novela dramática muerte narrativa literatura japonesa novela novela dramática relaciones personales huérfanos marineros simbolismo soledad océano cinismo viudas padrastros mar
Nº de páginas: 211
Argumento:
Noboru, un adolescente de trece años obsesionado con los barcos y la vida en el mar, convence a su madre para ir a ver el carguero Rakuyo, que ha atracado en el puerto durante unos pocos días. Allí conocen a Ryuji, un marinero que no tarda en convertirse en héroe ante los curiosos ojos del muchacho. "El marino que perdió la gracia del mar" se centra en la relación amorosa que Fusaku, la madre de Noboru, entabla con el marinero, y también en la decepción que la relación causará en el adolescente al convertir a Ryuji en un personaje doméstico, aislado del inmenso océano.
"El marino que perdió la gracia del mar" es, posiblemente, la novela más cruel de Yukio Mishima, pero también una de las más tiernas.
Opinión:
Siempre que me encuentro con una novela de coordenadas marítimas, me viene a la mente el magnífico ensayo que escribió Juan Benet en torno a la 'novela del mar', un género que, según su perspectiva clasicista, se circunscribía al siglo XIX y a unas pocas novelas de Joseph Conrad y de Edgar Allan Poe. Ignoraba el novelista español, quizás conscientemente, la maleabilidad del concepto, pues en él cabrían obras posteriores, como ciertas novelas de Pío Baroja o, incluso, "El marino que perdió la gracia del mar" de Yukio Mishima. Pese a su composición tardía, en la novela de Mishima se cumplían religiosamente las características que Benet determinó para el supuesto género marítimo: por un lado, las inevitables huellas de la novela psicológica y, por otro, la fijación por el simbolismo del mar y no tanto por el aspecto más costumbrista de la vida marítima. Ahora bien: si algo singulariza a la obra del autor japonés es la delicadeza con la que trata el tema, oscilando entre la ternura y la crueldad, según el momento.
Ryuji, el protagonista de "El marino que perdió la gracia del mar", no es un marinero convencional: mientras que la mayoría de sus compañeros viven añorando a sus familias y sus vidas domésticas, él tiene claro su rechazo hacia todo lo que implica la tierra firme. Sin embargo, todo cambia cuando, al desembarcar en Yokohama, el joven Noboru y su madre acuden a visitar el carguero Rakuyo con el objetivo de saciar la curiosidad científica del adolescente. Entre la mujer y el marinero surge desde el primer momento una química que hallará continuación en la cena y, posteriormente, en la casa familiar. Lo que ambos desconocen es que Noboru será testigo de todos aquellos momentos que pertenecen a la intimidad de la pareja, pues el adolescente ha hallado un agujero tras el armario con el que se permite espiar a los adultos.
La figura de Ryuji causa en el primer momento una gran conmoción en el joven, en tanto que el marinero representa la consolidación de un ideal basado en la libertad y las aventuras. Sin embargo, Noboru es un adolescente terriblemente susceptible y manipulable por las acciones y los dictados de quienes le rodean, en especial por lo que diga el 'jefe', un compañero de clase que, amparándose en su madurez y en su cinismo, se ha erigido en líder del grupo de amigos. A lo largo de la novela, la percepción y opinión de Noboru respecto a Ryuji evoluciona progresivamente no sólo en función de los acontecimientos -el cambio de marinero a padrastro-, sino también según los caprichos del 'jefe', que pueden rozar el sadismo más cruel. De esta forma, una novela que a primera vista parecía representar la belleza poética del océano, finalmente se acaba tiñendo con esa otra cara que no ha pasado desapercibida para la literatura clásica: la del mar fiero, tenebroso y sin escrúpulos.
Lo cierto es que, pese a su brevedad y a la sencillez de su argumento, "El marino que perdió la gracia del mar" es una de las novelas más maduras de Yukio Mishima. La oposición de contrarios, tan simbólica para los sabios orientales, queda perfectamente reflejada en esta novela que oscila entre la tierra y el mar, entre la familia y la soledad, entre la vida y la muerte.
Darío Luque
Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com
Comentario de los lectores:
Si te gustó este libro, también te puede interesar...
- La hija olvidada Joanna Goodman Umbriel
- La hija del Reich Louise Fein Espasa
- Últimas tardes con Teresa Juan Marsé Seix Barral
- La hija de la criada Barbara Mutch Alianza
- Última llamada. Vuelo CWO764 Laura Falcó Lara Edhasa