El marciano

Opinión:

En la actualidad parece que la supervivencia está cogiendo mucha fuerza como tema de película. Hemos visto casos de taquillazas como "Lo imposible" o la reciente "Gravity". Las editoriales, como suele ser costumbre en ellas, se han subido al carro de todas aquellas historias de supervivencia en la que el ser humano debe enfrentarse solo a la todopoderosa y cruel naturaleza o, en el caso de "El marciano", al espacio exterior.

"El marciano" nos traslada a un espacio parecido al de la película "Gravity", aunque con ciertas diferencias. En primer lugar, la acción no se desarrolla en la Galaxia, sino en el planeta Marte. En segundo lugar, aparecen varios personajes en la historia, tanto del espacio como del planeta Tierra. En tercer lugar, aporta un punto de humor a la historia. Mark Watney sería ese Robinson Crusoe que, no en una isla sino en Marte, se alía con el ingenio para tratar de sobrevivir. Aquí el verdadero problema es la comida, aunque gracias al abandono repentino de la tripulación por una tormenta dispone de comida para más de un año. Sin embargo, la próxima tripulación que aterrizaría en Marte tardaría alrededor de cuatro años, lo que le obliga a contactar como sea con el planeta Tierra, pues todos piensan que no está vivo.

A veces las novelas sobre supervivencia pueden ser peligrosas, pues pueden llevar al lector hacia lecturas tediosas y soporíferas. El principio de la novela acusa de mucha explicación sobre química y botánica, sin diálogos, sólo con el diario de Mark, quien anota sus pensamientos y sus ideas sobre cómo sobrevivir. No hay alienígenas, ni animales, ni humanos, ni vegetación, y durante las primeras setenta páginas el lector puede llegar a aburrirse, incluso hasta perderse con tantos conceptos sobre botánica e ingeniería. Afortunadamente después aparecen más personajes y la historia se torna algo más amena. Y decimos más porque quizá las cuatrocientos páginas podrían haberse reducido en la mitad. Si bien no se sabe hasta el final si sobrevive o no y si logra regresar a casa, el lector se balancea entre el aburrimiento (porque no pasan muchos acontecimientos) y la distracción (porque se excede en el uso de química y botánica). De hecho, para cualquier estudiante de química o de botánica le serviría esta novela para entretenerse. Para todos aquellos a quienes se les escapa ese mundo, a lo mejor acaben abandonando la novela o pasando páginas.

Aún así, la novela está consiguiendo un gran éxito a nivel mundial. Autopublicada en 2011, el gran director Ridley Scott ha adquirido los derechos para llevarla a la gran pantalla en 2016. ¿Qué la ha llevado a semejante éxito? Como hemos dicho, la supervivencia es algo que está muy de moda, y más en ciencia ficción, donde siempre se ha explorado al ser humano y a su destino. Además, la historia está llena de sorpresas, sobre todo al final. Mark, seguramente hecho adrede, es un tipo con mucho humor y descaro, hasta el punto de protagonizar comentarios absurdos en momentos de tensión. Por último, la novela emplea una técnica muy ampliamente usada por grandes escritores como Stephen King o Ken Follett que consiste en mostrar diferentes personajes en diferentes sitios y en alternar el desarrollo de la acción, para evitar esa monotonía de un Mark en un planeta donde no hay nada.

A pesar de las cuatrocientas páginas y de la absoluta soledad de Mark, acaba resultando una lectura bastante rápida con una narración que fluye con naturalidad y con unos personajes bastante creíbles. 

Cristià Serrano