El leopardo

Opinión:

Harry Hole está hundido. El caso de "El muñeco de nieve" le ha dejado tocado. Destrozado psicológicamente ha emprendido una huida que le lleva a Hong Kong.

Borracho, atiborrado de drogas, pero sin perder el sentido de alerta; así es como le encuentra Kaja Solness, enviada por Gunnar Hagen para traer de vuelta a su policía más complicado.

Su jefe sabe que Hole regresará entero a la investigación cuando encuentren el punto que le haga tomar conciencia de sí mismo, del mal que impera en la sociedad. Hole regresará cuando descubra que la integridad y la unidad del cuerpo policial está en peligro; cuando descubra que unos advenedizos con ansias de poder pretenden quedarse con los casos importantes.

En esta ocasión Hole no sólo deberá combatir al alcohol que le suplica desde sus entrañas. Tanto tiempo tomando opio le ha dejado enganchado, aunque lo niegue. Además su padre está en el hospital. Resolver el caso más peliaguado al que se ha enfrentado y querer estar con su padre en sus últimos momentos de vida se convierten en sus necesidades más importantes.

Hole viajará a África en sus investigaciones. Allí descubrirá que los asesinatos pueden estar relacionados con las minas de coltán. Además se encontrará con la más pequeña máquina de tortura: la manzana de Leopoldo. Una pelota de metal que se introduce en la boca de la persona que se quiere matar. Esta pequeña pelota posee un hilo que sobresale de ella. Cuando Harry descubre su funcionamiento empieza a casar las piezas de un puzle del que carece de la pieza principal.

Jo Nesbo nos vuelve a sorprender. Cada novela es más brutal que la anterior, más macabra, más oscura. Y es que no sólo como crítico social nos imbuye de toda el entramado que se mueve bajo las profundidades de una Noruega que muchos creemos un paraíso en el que todos sus miembros son honorables y personas dignas; un país en el que los políticos son dignos de elogio. Pero el autor a través de la crueldad y maquiavelismo de los crímenes que nos presenta, nos muestra una Noruega de a pie, en el que cualquier ciudadano de otro país puede verse identificado.

Estamos ante un autor que cautiva o disgusta, pero su genialidad está fuera de toda duda. Ser capaz de sumergirnos en las profundidades más abismales y resurgir con la fuerza necesaria para enfrentarse a un mundo gélido y huraño, en el que todos nos dan la espalda es propio de grandes.

Harry Hole es el antihéroe perfecto. Sólo Jo Nesbo podía haberlo creado. Quizá algún día el autor nos de la posibilidad de ver la luz al final del túnel, porque parece que de momento no hay escapatoria.

Una novela espectacular y con mucha fuerza, que puede tener algún detalle repetido de otras anteriores, pero que nos mantendrá pegados al libro indefectiblemente hasta el final.

Una advertencia: es totalmente adictivo. Si os atrevéis a leerla querréis más.

Mila L. Castelo