El largo viaje a un pequeño planeta iracundo

Opinión:

Me ha parecido una novela de lo más original con unos personajes fantásticos cuyas historias y personalidades se van desgranando a medida que avanzan en su viaje. Rosemary, que carga con un secreto, es sin duda la que menos distinta me ha resultado, ya que más allá de lo que oculta es una humana bastante corriente, pero su presencia en la nave es necesaria para entender ciertos contrastes de la convivencia multiespecie. Y es que no solo hay humanos de distintas procedencias (el capitán, que tiene un lío con una soldado de otra raza que prohíbe tener sexo con gente que no es de su especie; un algólogo obsesionado con su trabajo y dos tecs bastante excéntricos), sino también una inteligencia artificial (de la que está enamorado uno de los tecs, siendo el sentimiento mutuo), una piloto aandrisk (raza de sangre fría bastante promiscua), un grum (especie en extinción) que hace de doctor y de chef al mismo tiempo, y un par sianat (un sapiente afectado por un neurovirus) capaz de conceptualizar el espacio multidimensional y dirigirles cuando hacen los túneles.

A lo largo del viaje, las historias, sentimientos y personalidades de todos ellos, así como la información necesaria sobre sus especies y el mundo en el que viven (todo muy bien pensado: desde la relación entre especies hasta los idiomas, cultura... de cada pueblo, la situación política...), se van desgranando a medida que se acercan a su destino. Todos ellos evolucionan y se desarrollan gracias a la convivencia con el resto y los sucesos que van ocurriendo, con un ritmo bastante bueno y situaciones de lo más variadas que implican la aparición de personajes secundarios únicos que también le dan vida a la historia. Y es que, al final, el conflicto, la ciencia ficción y ese planeta iracundo que es su destino es lo menos importante: lo que interesa son los personajes y los temas que trata esa excelente narradora que es Becky Chambers, desde el amor en su sentido más amplio hasta la sexualidad, o la tolerancia por la diversidad y la convivencia, lo cual no es muy común en los libros de ciencia ficción que implican aventuras espaciales.

El desenlace me pareció espectacular, bien llevado, y fue capaz de emocionarme. Puede parecer un tanto precipitado todo lo que ocurre una vez que llegan a su destino pero, como ya he dicho, lo importante son los personajes y lo que les pasa después de eso, por lo que sin duda está a la altura del resto de la historia. Así pues, sin duda recomiendo "El largo viaje a un pequeño planeta iracundo" por su originalidad y sus grandes personajes.

Déborah F. Muñoz