el lago

Opinión:

Steve Alten  (Licenciado en Educación Física, Máster en Medicina Deportiva y Doctor en Administración Deportiva) era prácticamente un desconocido para la literatura mundial hasta la Feria de Frankfurt de 1996, gracias al éxito de Meg. Con ella iniciaría una saga sobre el Megalodon de la que ya lleva cinco libros publicados (tres de ellos han sido publicados en España: Meg; Meg, la fosa; y Aguas primitivas). Pero Alten también publicó otra exitosa saga, que muchos de vosotros conoceréis: la trilogía maya (El testamento maya, La resurrección maya, Apocalipsis maya: la era del miedo).
 
Este autor tiene una especial predilección por los temas acuáticos como lo demuestra la pentalogía (hasta hoy) de Meg, el libro Goliath (2002), todavía inédita en español, que narra las aventuras de un submarino convertido en a máquina más letal del mundo; y, cómo no, con el libro que me ocupa en esta reseña: El lago. 
 
Steve Alten logra mantenernos en tensión durante 500 páginas con una receta que, en principio, no parece la mejor para conseguir captar la atención del lector durante medio millar de páginas: una leyenda conocidísima por todos, un protagonista, Zach Wallace, que rehuye la tipología más común en la literatura actual de ciencia-ficción, y un final que puede parecer más un déjà vu o déjà lire, que una culminación digna de un verdadero thriller.
 
Evidentemente, el lector más exigente, encontrará ciertas bajadas de ritmo, cierta sensación de que ya ha leído cosas similares o que el final es casi de cajón… Con todo, personalmente, creo que esto se debe a la sobreexplotación que han sufrido ciertos elementos temáticos y narrativos en la ciencia-ficción actual y al hecho de que estamos hablando de un bestseller para todos los públicos.
 
Si se tratara de la siempre difícil tarea de darle una nota al libro, yo le pondría un 7; ya que si lo que buscamos es un libro lleno de intriga, tensiones (de todo tipo) con monstruo, Alten no nos defraudará. En cambio, si somos lectores ávidos del género y andamos tras la pista del nuevo Asimov o Ballard o Dick o…, Alten tiene bastantes aciertos, pero algunos errores que deslucen parcialmente sus logros.
 
No obstante, sí que me gustaría recomendar a todos los lectores de estas líneas que se informaran sobre la magnífica idea que tuvo el autor (lamentablemente enfermo de Parkinson, a día de hoy): fundar y dirigir Adopt-an-Author (Adopta a un Autor), una titánica herramienta para los profesores de secundaria y los bibliotecarios estadounidenses para fomentar la lectura entre los adolescentes del país con unos brillantes resultados. Sólo por ello, Alten debería ser un escritor a tener muy, muy en cuenta por todos los que luchamos para inocular el gusto por la lectura a grandes y pequeños; y un ejemplo para los autores de todo el mundo. 
 
Jordi Llavoré