El lado adorable de la vida

Opinión:

El estilo kawaii, que en japonés quiere decir adorable, lindo, es sin duda el punto fuerte de este artista. Sus obras rezuman una dulzura e inocencia, no sin cierto toque de ironía, que le hace destacar por encima de otros autores. Es que ser kawaii es sinónimo de todo aquello que buscamos: bondad, inocencia, ternura. ¡Y eso es lo que necesita el mundo! Quizás es por ello que esta temática ha cobrado fuerza en estos últimos años, porque parece que estamos faltos de afecto, en un mundo cada vez más rápido... en este mundo de la inmediatez.

En este sentido, esos ojos grandes con cuerpos redondeados y esponjosos nos incitan a pensar en cosas blandas, contenedoras, amables... y aunque use muchas veces algo de ironía e, incluso, toca temas para adultos (con su respectivo pixelado), no dejan de tener ese halo de amor sin medida que tiene la estética kawaii. El amor mueve el mundo y en este caso, todo aquello cotidiano que nos rodea... desde los brócolis (aunque no sean muy populares) hasta los perezosos que necesitan, literal, un café en vena.

Así, este libro se configura bajo un orden bastante sencillo con un lado adorable de: el amor, la comida (capítulo especial para los aguacates y el sushi), de la naturaleza, los animales, el universo, lo paranormal, el tiempo, las cosas, el baño; para finalizar en una sección de bocetos  y un poquito sobre el autor, dibujado como un... ¡nacho!

Pero aquí viene lo maravilloso de este estilo: esos rostros redondos e inocentes, que logran hacer que nos conciliemos con la vida: objetos cotidianos que se enamoran, nubes que se recargan, aguacates que son un amor, parejas de calcetines que se desencuentran, sushis que, ejem, tienen sus ratos de intimidad... pero también mucho humor irónico, de ese que hay que volver a mirar para comprenderlo en su totalidad. Y mucho humor inteligente. De ese que pillas al vuelo, pero no sin darte cuenta que es una verdad enorme, incluso, a veces, hasta dolorosa. ¿Por qué nadie quiere a los lunes? ¿eh?

De esta manera podemos acercarnos a este colorido y tierno mundo desde varias perspectivas y da para mucho que hablar... Porque nada es lo que parece. Ni siquiera si estamos en un libro kawaii.

Es un humor colorido y expresivo, apto para grandes y pequeños, lleno de valores y sobre todo, con el ánimo de crear conciencia muchas veces, sin decirlo expresamente. Es un libro que tiene múltiples lecturas, pero la más visible de todas es que te relajes y te diviertas, sonrías con las ocurrencias de Naolito y sus chistes absurdos, pero irónicos; tiernos, pero a veces intensos. Y eso es.

La vida ha sido bastante dura para gran parte del planeta en este año que dejamos atrás debido al coronavirus y sus consecuencias -a largo y corto plazo-, y no parece que la tendencia cambie mucho, por eso este libro se torna muy necesario, es como un oasis de amor en un mundo que nos está dejando sin la posibilidad de expresarnos físicamente con la gente de nuestros entorno cercano... necesitamos la ternura, el abrazo, jugar con los bebés, las risas, la caricias... Necesitamos carcajear y soltar el miedo que nos consume. Y la incertidumbre...

Quizás por ello que Lunwerg nos entrega una maravillosa obra ilustrada, colorista y sencilla, una edición que lo tiene todo: desde las guardas plenitas de personajes de Nacho, hasta el color elegido para la cubierta, a juego con el personaje top del momento: el aguacate.

Naolito dejó una vocación -la de enfermero- y, por ello, dejó eso  de sanar cuerpos, para concentrarse en la ilustración, tanto bidimensional como tridimensional, para dedicarse tiempo completo a sanar almas con su arte kawaii. ¡¡Larga vida al lado adorable de todo... porque la ternura conquistará el mundo!! (y si no, al tiempo...)

Carol Inabé Barba