El juego infinito. Saga Juego Infinito 1

Opinión:

James Dashner se ha hecho muy famoso gracias a "El corredor del laberinto", una de las mejores novelas juveniles que leí en su año, pero que eclipsaron totalmente a las siguientes partes. Tanto así, y tan mal terminó la trilogía, que le ha tocado escribir un cuarto libro para explicar todo lo que no supo explicar en su momento. Ahora "El corredor del laberinto" está en el cine y su popularidad ha crecido.

Decía esta mañana una noticia que los bebés de hoy trabajarán en oficios impensables en este momento, en el futuro, todos relacionados con las nuevas tecnologías. Si lo miramos desde este punto de vista, la historia de James Dashner es creíble. Pero hay que tener la mente muy abierta para creer que a un adolescente se le amenazaría con asesinar a toda su familia si no trabaja poniendo en peligro su vida para un servicio secreto de internet. Te puedes creer que es un gran hacker, pero cuesta creer que un organismo oficial amenazaría de muerte a él y a su familia, a colaborar en la captura de un asesino…. Pero es una novela, es ficción, y es juvenil. En la literatura juvenil a veces pasan estas cosas.

La novela es básicamente ciencia ficción. Toda la experiencia se vive dentro del mundo virtual, por lo que el cambio de escenarios es constante y por supuesto no tiene por qué ser realista. Y dejadme deciros que lo que lo hace realista es precisamente esto. Eso sí es creíble.

Cuando la lees puedes tener la impresión de que estar viendo una peli tipo Matrix: ciencia ficción, mundos y armas virtuales (irreales), conexiones a una red, manipulación y poder por parte de alguien o algo, mucho movimiento… Sí, yo lo veía como una película y no me costaba nada imaginar esos mundos. No sé si porque los explica bien o porque aunque no soy jugadora de juegos de la Play, conozco muy bien Second Life, otro mundo virtual.

La parte más interesante es que cuando te conectas a uno de esos ataúdes puedes sentir lo que se sentiría en el mundo virtual: un tortazo, el sabor de una comida, cosquillas…  Añadiría que también resultan muy interesantes los KillSims, una especie de seres virtuales voraces, con apariencia de ser peligrosos. Y lo son. No dejan de ser monstruos virtuales y no están diseñados para ser mascotas. Ellos están en la parte oscura de la historia, y los efectos de sus feroces bocados son lo más interesante de todo.

La parte que por otro lado pretende ser original, lo es menos de lo que parece, quizás porque ya hemos visto casi todo tanto en la literatura como en el cine. Dashner se guarda un as en la manga que no se desvela hasta casi el final de la novela, sin embargo es bastante predecible y sorprende poco. Y un segundo as en la manga aparece justo al final, y ese quizás sea más estimulante.

Lo que me ha matado es descubrir en los Agradecimientos que este libro forma parte de otra saga. Y no dice trilogía, directamente dice "saga", lo que pueden significar muchos títulos. Yo veo este título como una novela conclusiva a la que no le veo mucho más juego si uno no es más original de lo que ha sido en esta primera parte, y como es inferior a "El corredor del laberinto" me pregunto si éste no será uno de esos autores que quedarán en la historia de la literatura como esos capaces de hacer una novela maravillosa y no destacar por el resto de su bibliografía. Eso, lo reconozco, me da miedo. Seguramente le daré otra oportunidad si sale el segundo título, pero ése será definitivo para saber si sigo leyendo a James Dashner o no.

Es más fácil que guste a adolescentes y menores en general que a adultos, porque tenemos un bagaje cultural (libros y cine) más amplio y conocemos mejor este tipo de argumentos. Creo que los adultos somos bastante más exigentes. Eso sí, es una novela de fácil y rápida lectura (el hecho de que se base en mundos virtuales no lo hace más complicado) que se lee con la sensación de que te estás entreteniendo.

Como nota final os diré que cuando salió "El corredor del laberinto", Kirkus Reviews la calificó como uno de los mejores libros juveniles del año, descripción a la que yo me sumé, y que en "El juego infinito" tan solo ha dicho "Una lectura fascinante para la generación digital", y fascinante es la palabra gorda. Yo creo que no lo es tanto, pero quizás a esa otra generación en la que los que entran pueden ser mis hijos, sí le parezca fascinante.

Anika Lillo